Valeria.
Entretuve a Wolfgang haciendo un poco de plática y sembrando en el la sospecha de que la desaparición de su luna, es culpa del consejo desviando así cualquier sospecha sobre mi.
Lastimosamente la conversación no duró mucho, tenía prisa en iniciar la búsqueda de su luna, me apresuró a comunicarme con Luke para advertirle que Wolfgang se dirigía al lugar que el clan Armani intercepto a Aurora
Unos largos pitidos resuenan detrás del teléfono, impaciente porque Luke no cogía la llamada y cuando pensaba que saltaría el buzón de voz se oye la voz de Luke.
- Que ocurre Valeria, me encuentro un poco ocupado en estos momentos- dijo Luke.
- Ocurre que Wolfgang se dirige hacia ustedes, sea lo que sea que estés haciendo hazlo rápido- explico.
- Y no pudiste entretenerlo más tiempo Valeria- dijo molesto Luke.
-Ya conocés a Wolfgang, es alguien poco hablador además sabes que con quien menos querría hablar mucho tiempo es conmigo- respondí
- Eso te pasa porque siempre te le estás insinuando Valeria- dijo Luke.
-Que quieres que haga, no lo puedo evitar es tan guapo y varonil además tú más que nadie sabe que ningún hombre antes se había resistido a mis encantos- digo.
- Pues Wolfgang es la exención, todos tus intentos de llevártelo a la cama han fracasado, creo que estás perdiendo tu encanto querida- dijo burlonamente Luke.
-No me recuerdes mis fracasos Luke, Wolfgang ha sido el primer hombre en resistirse a mi lo cual es muy humillante- digo con frustración.
- Pues déjame informarte que, si antes de que apareciera su luna no te hacía caso imagínate ahora que ya la encontró tus probabilidades de fornicar con el están más que muertas- decía Luke.
- Ya que tocas el tema de aquella niñata ya la han encontrado- digo
- Me temo que no Valeria, pero no descansaremos hasta encontrala, mis hombres me informaron que vigilarán los puertos de embarcaciones aledañas ya que lo más probable es que Aurora allá llegado a alguna isla bastante alejada de la cuidad- dijo Luke.
-¿Como sabemos que logró salir del mar?¿Quién nos asegura que no murió ahogada o de hipotermia?- digo
- Dada la determinación que tenía de huir, es poco probable que se rindiera así como así, además se te olvida que Aurora es una loba sabes perfectamente mantienen una temperatura corporal alta- explica Luke.
-Bueno si eso es todo debo seguir tapando la evidencia así que voy a colgar - finalizaba Luke.
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Aurora.
No me explico cómo termine sentada y rodeada de gente calida y muy conversadora, los niños no paraban de hacerme preguntas de dónde provenía, como me llamaba, de como había llegado a su isla y si me quedaría por mucho tiempo.
Está gente bondadosa me hicieron sentir bien recibida y por un momento me olvidé que me andaban persiguiendo, durante el transcurso del día me entretuve jugando con los niños de la aldea tanto así que no me percate que ya atardecia.
Ya entrada la noche la anciana Hilda me llama para cenar con los lugareños, en una mesa bastante amplia se encontraba una variedad de alimentos algunos conocidos para mí y otros no tanto, en el momento que los olores penetran mis fosas nasales me comienza a rugir el estómago.
- Siéntate niña y sírvete lo que quieras no tengas pena - decía Hilda.
- Wow cuánta variedad de comida- digo.
- La mayoría están echas con vegetales cultivados en la isla y algunos lugareños poseen animales de granja, aquí todos nos ayudamos gracias a eso hemos sobrevivido por mucho tiempo - decía Hilda.
- Me parece una gran forma de ayudarse mutuamente- digo.
- Así es niña, nos funciona bastante bien, aquí no ahí nadie que tenga más nadie, aveces nos intercambiamos algunas cosas que otras familias no poseen por cosas que me faltan a mi- decía Hilda.
- Suficiente charla niña, sírvete que al amanecer debes emprender tu viaje de regreso con tu familia- dijo nuevamente Hilda
La cena fue muy amena rodeada de un barullo alegre acompañado de anécdotas entre los lugareños, es un ambiente al cual no estoy acostumbrada hace bastante que no sentía la calidad de una familia, pues así se siente estar rodeada de esta gente que se tratan como una gran familia.
Alrededor de la diez y media de la noche me fui a acostar y así tener un sueño reparador para al amanecer iniciar mi regreso a la cuidad y así volver con Wolfgang.
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Wolfgang.
La búsqueda del paradero de Aurora no a dado frutos ya buscamos por debajo de las piedras y nada ni siquiera un leve pista, la angustia me está carcomiendo al no sabes dónde se encuentra y como se encuentra, la sospecha de que fue capturada se hace cada vez más grande y aquello me pone furioso.
En estos días e recuperado bastante mi fuerza y ya me puedo transformar en lobo no puedo mantenerlo durante mucho tiempo como quisiera pero ya es algo, un toque suave me saca de mis tormentos.
- Adelante pase- digo.
- Wolfgang disculpa que te interrumpa pero los rastreadores del Alfa Alexis tiene una novedad sobre Aurora- decía Max.
Escuchar aquello me exaltó lo cual me hace saltar de mi asiento.
-¿En serio que novedades tienen?- pregunto con esperanza.
- Como en tierra firme no hemos encontrado nada de Aurora, Alexis pensó en buscar alguna isla cercana, en la cual cabe la posibilidad de que Aurora allá llegado al salir del mar- dijo nuevamente Max.
-Así que nos pusimos a rastrear el mapa marítimo de esta zona y hemos encontrado dos islas en total así que venía a avisarte que partiremos al anochecer a inspeccionar dichas islas- dijo Max.
- Iré con ustedes déjame me alistó y partiremos en cuanto antes- digo.
- No podremos partir de inmediato Wolfgang debemos alistar la embarcación el cual el Alfa Alexis nos estaría prestando- explicaba Max.
- En ese caso no tenemos más remedio que esperar, aunque odio esperar ya llevamos aquí tres días, necesito saber el paradero de Aurora más ahora que se que está embarazada, no es bueno para ella someterse a tanto estrés o podría sufrir un aborto y no me lo perdonaría - digo.
- Y creeme que lo entiendo Wolfgang debes ser angustiante no saber nada de ella y tu hijo pero mi intuición me dice que estamos cerca de encontrala- dijo Max dándome esperanza.
- Así es Max es la peor tortura que e sufrido jamás y espero tengas razón y la encontremos en aquella isla- digo.
- Una última cosa Max recuérdame darle las gracias a Alexis por todo, por habernos dejado quedar en su mansión y ahora por prestarnos su barco- digo nuevamente.
- Cuenta conmigo Wolfgang- dijo.
-¿Y que noticias tenemos de Remus y Eleonora alguna novedad sobre donde podrían estar?- pregunté.
- Lastimosamente no hemos encontrado nada de ellos, es como si se los hubiera tragado la tierra y creeme la búsqueda fue sin descanso - dijo Max.
- Eso no es bueno, no sabría cómo decirle a Aspen que su mate está desaparecido o posiblemente muerto- digo con tristeza
- Si quieres se lo puedo decir yo- dijo Max.
- Gracias Max pero es mi deber como Alfa de la manada- digo.
- Hablamos más tarde Max, comunicame en cuanto esté listo la embarcación para partir en busca de Aurora- digo.
Luego de que Max saliera del despacho, me quedo nuevamente con mis tormentos, cuestionando mi papel como Alfa, con que cara miraré a la manada y les diré que perdimos a un m*****o importante de la manada y luego está Aspen se que le destrozara saber que no hemos encontrado aún a Remus.
Al anochecer emprendimos el viaje hacia las islas marcadas en el mapa, decidimos inspeccionar primero la más cercana y último la que se encuentra más alejada, con un nerviosismo creciente ante lo que podríamos encontrar.
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Luke.
- Han encontrado una isla y dada la distancia en ella podría estar aquella niña- digo.
- Así es señor, debemos ir hasta allí para corroborar nuestras sospechas- respondía un m*****o del clan.
- Y a que están esperando deben partir cuanto antes, si se encuentra en dicha isla es mejor capturarla y no permitir que vuelva a escapar - digo furioso.
- Primero queríamos comunicárselo señor y no podemos actuar sin sus órdenes- respondía.
-Esta bien como sea, diríjanse a dicha isla y llévate a varios hombres, aunque se trate de una sola persona que no les engañe su aspecto de niña frágil, pues no lo es - digo.
- Y comuníquese conmigo cuando la capturen, entendido- digo.
- Si mi señor, con su permiso me pondré en marcha- dijo el subordinado.
Una vez me encuentro solo en mi oficina giro mi silla dando la espalda a la puerta del despacho y suelto un gran suspiro.
-Pero que lío me está causando esa niña Aurora- digo para mi mismo.
- Aquella joven loba esta siendo un problema mas grande de lo que pensábamos¿no es así?- decía la voz de mi hermanastra Jessica que había entrado sigilosamente a la oficina.
- Aunque no quiera admitirlo así es, es un hueso duro de roer, pero siempre logró mi cometido así que solo es cuestión de tiempo muy pronto dejará de existir - digo.
- De seguro tienes más de un haz bajo la manga¿no es así? Durante todo este tiempo e aprendido a conocerte y por el tono de tu voz estás muy seguro de ti mismo- decía Jessica.
Solo me limité a asentir mirando a lo lejos atra vez del gran ventanal, en el cual se asomaba de a poco el cielo nocturno.
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Aurora.
Varias vueltas e dado tratando de conciliar el sueño pero es inútil, el nerviosismo me gana no se qué me espera el día de mañana al llegar a la cuidad, solo espero no encontrame con los que me perseguían.
Una voz dulce se oye detrás de la puerta.
- Sigues despierta niña Aurora y si es así puedo pasar- decía Hilda.
- Adelante Hilda pasa- digo.
- Estás nerviosa por volver¿no es así?- dijo Hilda ingresando a la humilde choza.
-Tanto se me nota- digo con voz triste.
- Si no quieres volver aún, eres bienvenida a quedarte todo el tiempo que sea- decía con amabilidad Hilda.
-Es muy amable de su parte, pero es mejor que me vaya de aquí antes de ponerlos en peligro no me lo perdonaría si algo les ocurriera a su humilde comunidad- digo.
- Aquí te podremos defender de quien fuera que quiera hacerte daño- decía inocente Hilda.
- Creeme Hilda cuando te digo que estás personas no se andan con rodeos, son bastante peligrosa y prefiero retirarme antes de causar un daño irreparable - digo con voz melancólica.
- Si es tu decisión no puedo obligarte a que te quedes ya que seguro tienes a alguien quien te estará esperando- dijo Hilda.
- Ahora intenta dormir un poco que mañana, la embarcación sale al alba- decía nuevamente Hilda.
- Lo voy a intentar y gracias por todo lo que has hecho por mí Hilda no se cómo podría pagarte, sin duda volveré para ayudarlos en lo que pueda - digo.
- No es necesario que te sientas en deuda con nosotros, me recuerdas mucho a mi hija lastimosamente ella no corrió con la misma suerte que tú - dijo con tristeza en los ojos.
- Oh lo siento no quería atraer recuerdos dolorosos - digo lamentando mis palabras.
- Oh no lo sientas la muerte de un ser querido siempre será dolorosa pero no por eso debemos dejar de recordar los momentos vividos junto a aquella persona, el mejor consuelo es recordar justamente los últimos momentos vividos y atesorar los en nuestros corazones - decía con nostalgia Hilda.
- Viéndolo desde ese punto de vista tienes mucha razón Hilda - digo.
- Así es Aurora no por nada soy la anciana más sabía de la aldea- dijo Hilda.
-Te dejo descansar, haz de estar muy cansada luego de jugar con los niños de la aldea y de crear vida en tu vientre- dijo tomándome por sorpresa.
-¿Pero como lo sabes? no recuerdo haberlo mencionado- digo.
-Oh no hacía falta que lo dijeras, se perfectamente cuando una mujer se encuentra en gravidez, es la experiencia acumulada lo que me ayuda a saber ese tipo de cosas- explicaba Hilda.
- Es una habilidad impresionante- respondí.
-Es un legado que me dejaron mis antepasados- dijo Hilda.
Con esas últimas palabras Hilda sale de la habitación, sobre las dos de la madrugada logro conciliar el sueño, el cual no me resultó agradable.
Despierto agitada por el mal sueño que había tenido durante las pocas horas que dormi, aún con el corazón latiendo a mil por hora decido asomarme por la ventana y el alba me daba la bienvenida lo cual me indica que era hora de partir.
Hilda viene a mi encuentro para indicarme el camino a la embarcación y para dar unas instrucciones al capitán.
- Está lista niña Aurora, es hora de volver con tu gente- dijo Hilda.
- No sabría si estoy lista para enfrentar lo que me espera del otro extremo, pero no me puedo dar el lujo de seguir huyendo, así que lista o no debo volver- digo con determinación.
- Y quería darles las gracias por acogerme estos días con ustedes- digo.
-Y lo volvería hacer eso no lo dudes- decía Hilda.
- Una cosa más Hilda, puedo darte un abrazo de despedida - digo.
- No deberías preguntar, solo hacerlo - dijo Hilda rodeándome con sus brazos desgastados por la edad misma.
Y con un sabor amargo subo al bote, con la angustia de lo que me depara del otro lado.