Capitulo 8.
1467 Words
Natasha llamó y sacó cita en el hospital, por suerte había espacio para que la viera un médico apenas llegara.
Mientras tanto en ese mismo lugar una mujer planeaba conspirar contra Jake.
Era su secretaria quién colocó un afrodisíaco potente en su café.
Lo llevó a la sala de reuniones donde se hablaba de un nuevo procedimiento para mujeres estériles.
La chica entregó el café a Jake despreocupadamente.
Jake necesitaba de la bebida el día de hoy, estaba agotado por el trabajo.
Así que lo bebió todo poco a poco.
La reunión pronto terminó.
La mujer se acercó esperando notar algo diferente pero no había nada, ya era hora de su horario de salida, tampoco podía quedarse ahí esperando.
Así que tomó su bolso y salió molesta por no completar su plan.
-El maldito que me vendió la droga dijo que era algo fuerte y haría efecto inmediato, yo debía tener cuidado en usar la cantidad necesaria. -Estaba vencida.?
-Después de media hora esperando a escondidas no vi efecto alguno en Jake, mierda.!
Salió molesta a reclamarle al hombre que le vendió la droga y se perdió del hospital.
Antes de irse el doctor pasó a su oficina ,vió que su secretaria ya no estaba ahí.
Al salir sintió un bajonazo, movió la cabeza a un lado y volvió en sí mismo.
Otra secretaria se acercó a él con un expediente.
-Hola doctor Koslov, disculpe que lo moleste en su hora de salida pero...podría usted ver a una paciente por favor.?
-Es que no encuentro a la doctora Rivera y la paciente llegará pronto, fue algo de último minuto.
-Ok, dile que pase al consultorio se cambie y suba al estribo.
-Gracias Doctor.
Natasha llegó de inmediato donde la secretaria, antes de ser atendida por el médico, notó que la enviarían a ginecología, ella quería que la viera el ortopedista o un médico general.
-Será que alguno de ellos me refirió al ginecólogo por el dolor en mi vientre, no había mencionado nada al respecto, entonces por qué me refirieron ahí?
No estaba muy segura de por qué tenía que ir a ginecología si el golpe fue en su cadera pero aún así fue.
Lo que no sabía era que la secretaria había confundido los expedientes médicos.
Le dieron una bata, se cambió y entró al consultorio, la enfermera le explicó cómo posicionarse en el estribo.
Natasha estaba cada vez más confusa.
Por qué tengo que desnudarme y subir las piernas hacia arriba.?
- Será que así me va a revisar la cadera.?
-Mierda.! Que vergüenza que el médico me vea desnuda.
Sacó una mascarilla negra de su bolso y se la colocó cubriendo su boca y nariz perfectamente, no quería que el doctor la viera sonrojarse tanto.
Pasaron cinco minutos y la puerta se abrió. Entró un hombre alto, visiblemente se notaba sobre su ropa que era bastante musculoso.
-No puede ser, es demasiado sexi.!
Parecía algo aturdido y mareado.
Natasha logró ver que el médico cerró con llave la puerta.
-Bueno, al menos así me siento más segura que no entraría nadie más y me verá desnuda.
El rostro del hombre era bastan atractivo, mucho para ser realista.
Eso la hizo sonrojar..
-Por favor ayudame.
-Ah.?
El hombre tenía roja toda su cara.
-Doctor le sucede algo.?
-Sí, me drogaron, por favor ayúdame o moriré de un infarto en unos minutos.
-Llamaré a otro médico.
La chica intentó bajar del estribo.
-No, ellos no podrán salvarme es demasiado tarde, solo tú puedes.
-Jake podía ver esos deslumbrantes ojos azules que lo hipnotizaban, miéntras hacía el intento por no perder la razón.
-Por favor dígame, qué puedo hacer.?
-La única forma de revertir la droga es teniendo sexo contigo, por favor ayúdame te compensaré por ello.
-No...no puedo..!
-Ayúdame te lo ruego.
Jake ya estaba demasiado drogado, al ver a Natasha sobre el estribo con ambas piernas abiertas y expuesta a él desnuda no pudo controlarse más, sacó su m*****o, estaba como un cañón a punto de lanzar la bala.
-Por favor señorita ayúdame.
Natasha respiró hondo y asintió con la cabeza, ella cerró los ojos porque sabía que esa inmoralidad de...la haría sufrir.
-Por favor, le pido algo doctor.
-Dime.
-Sea gentil conmigo.
El hombre abrió grande los ojos, sabía a lo que la chica se refería.
-Era virgen
Jake se controló lo más que pudo en la entrada.
Era tan placentero y tan apretado.
Forzó y presionó hasta que logró entrar escuchando los gemidos de dolor de la chica.
Logró ver su pequeña hendidura con signos de sangre, sabía que la había lastimado pero no podía detenerse ahora.
-Lo siento dolerá un poco más ahora.
Jake empezó a empujar con todas sus fuerzas a la mujer frente a él , Natasha quería gritar pero solo podía sentir sus lágrimas salir.
Poco a poco se adaptó al dolor y fue bastante placentero, la mezcla de dolor y adrenalina eran únicas.
El dolor en su vientre aún persistía, colocó su mano en esa zona inconscientemente, lo que sintió la hizo sonrojar, era el pene de Jake entrando y saliendo de ella, sentía como el bulto subía y bajaba en su vientre.
Jake la tenía a su disposición completa, ese delicioso cuerpo fue la cura para su mal y lo aprovechó al máximo, arrancó la bata y al ver sus pechos con el tamaño justo lo calentó más y más, con ella no fue igual que con esas mujeres, mordió suave uno de esos pezones, lamió y acarició todo su cuerpo, colocó sus piernas alrededor de sus caderas para hundirse.
Natasha no podía negar que lo disfrutaba, ella anhelaba saber que se sentía tener sexo con un hombre y le encantó la sensación llevándola a múltiples orgasmos, eso volvía loco a Jake, sintió que ella era diferente ante sus ojos... quería ver su rostro así que se dispuso a quitar la mascarilla.
-No, no lo haga por favor.
-Quiero ver tú rostro, me haré responsable.
-No, no tiene que hacerlo, fue mi decisión.
Jake satisfizo su deseo durante tres horas sin detenerse.
Después de terminar se sentó en su silla detrás del escritorio dejando a la chica ahí en la camilla con más dolor en el vientre del que ya tenía y las piernas abiertas, ni siquiera se dignó a ayudarla a bajar o limpiarla.
-Maldito aprovechado.!
Ella con todo el dolor de su alma bajó lentamente, tomó unas toallas y se limpió los fluidos que Jake dejó en ella, su cuerpo olía a mucho sexo.
Lo vió dormido con el m*****o aún erecto fuera de su pantalón.
Vió el pene del hombre por un momento, en verdad era grande, parecía un hombre mayor a su lado pero era tan guapo y varonil, no podía negar que estaba satisfecha con su primera vez y la persona a quien se la entregó.
Lo ridículo de todo fue que ese chico no era Jasha.
La chica se vistió, se acercó a él, le dió una fuerte bofetada, le limpió el pene y le ayudó a vestir.
-Natasha sacó su teléfono y tomó una fotografía de Jake en la posición incómoda que estaba con su m*****o erecto, no sabía si en algún momento le ayudaría, además se podía distinguir bien el rostro del apuesto médico.
Luego tomó las sábanas cubiertas de sangre y colocó una limpia, guardó las que estaban sucias en una bolsa que encontró y se la llevó.
Al llegar a su auto estaba con el corazón estrujado.
-Qué mierda sucedió ahí dentro.?
Fui violada o de verdad di mi consentimiento.?
No, yo realmente di mi consentimiento y además lo disfruté.
Ahora estaba más aturdida que antes.
Había perdido su virginidad con un hombre extraño, que fue eso.?
Condujo a casa y se preparó un baño con agua caliente, durante mucho tiempo estuvo en la bañera, escuchó el teléfono y la hizo volver a la realidad, pero no lo reviso.
Sus lágrimas caían poco a poco por su delicado rostro.
Su virginidad era para Jasha, ahora qué le diría.?
Vió su cuerpo lleno de marcas haciéndola volver a ese instante en su memoria.
No quería verlo más, no quería que él la viera como una mujer fácil y barata.
-Jasha..!
Salió de la ducha y caminó a su cama, se secó bien y se tumbó muy adolorida, tomó el teléfono y vió que al fin Jasha le devolvía la llamada, no tenía ganas de hablar, no ahora.
Natty pidió unos días libres para poder recuperarse, a los tres días ya se sentía un poco mejor, pero aún tenía dolor en la parte baja, Jasha siguió llamándola esos días, ella bloqueó su número, estaba avergonzada.
Tomó la decisión de alejarse, ya sabía que él no estaba destinado a ser parte de su vida, así que lo dejaría ser libre.
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