Un lobo en Nueva York

UN LOBO EN NUEVA YORK. .. . novela original de Samantha B . CAPITULO UNO. .. . EL ATAQUE DEL CESSARINO. .. . ⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖° .. . Han pasado muchos años desde que mi pareja murió, ahora estoy solo en casa mientras mis bebés han crecido y me han dejado. Mi hija mayor se casó hace dos años y mi hija menor hace dos semanas, ahora está de luna de miel en otra manada en México conociendo parte del mundo, otros lobos y como se relacionan, estoy feliz por ella y mi yerno que es un Beta muy conocido. Los años ha pasado y me están alcanzando, cuando un lobo pierde a su pareja los años pasan como en cualquier humano así que ahora parezco un hombre de cuarenta años, creo que soy bastante atractivo, pero eso es un asunto diferente; Alguna vez escuche de alguien decir que todos los lobos somos hermosos por naturaleza, pero no lo creo solo exageran, además, yo creo que soy bastante normal, pronto las arrugas se marcaran en mi rostro y seré un anciano, a menos que tuviera una segunda oportunidad, pero lo dudo. Ha pasado tanto tiempo y ame tanto a mi pareja, ella era perfecta para mí, mi complemento, mi parte perfecta, lo que los humanos definirían como… mi media naranja. Yo no soy Beta y menos un Alfa, solo soy un lobo normal sin rango ni nada parecido; Básicamente... un omega. Vivimos en paz aquí en la manada de Bloond Moon, Alfa Ale es el mejor y nos apoya en todo momento, es por eso que eh estado pensando en esto por un largo tiempo y he decidido que es hora de ir a la casa de la manada a realizar mi petición. Mientras camino por las calles y siento el viento golpeando mi cabello que ya tiene algunas canas, miro a los pequeños lobos que juegan en el parque; Y a las parejas que se enamoran en las bancas debajo de los árboles sintiendo la conexión del vínculo y sintiendo que el invierno se aproxima de prisa trayendo algunas nubes que bloquean los rayos el sol. Tras caminar por mi hogar de toda la vida con calma, llego a la casa del Alfa y toco la puerta; Esta es abierta de inmediato por una de las cuidadoras de la casa y detrás de ella puedo ver al Alfa que me invita a su oficina con la mano y una sonrisa, mientras observo limpio los zapatos en la entrada, sobre el bien lavado tapete grisáceo del Alfa que solo me sonríe. Doy un vistazo rápido hacia arriba donde el letrero de la manada se mantiene apagado, no todos los lobos son salvajes ya no es más el lema de las manadas y es una pena. Camino lento adentrándome en la casa y dejando mi pequeño abrigo en las manos de la chica que me ha abierto. Solía venir aquí cuando era joven, las fiestas eran increíbles y era el lugar donde todo adolescente pasaba la mayor parte del tiempo; Veo caminar al Alfa y lo sigo en silencio en dirección a su oficina que queda no muy lejos de la entrada. — ¿En qué puedo ayudarte Carlos? — Me pregunta mientras señala una silla y se acomoda detrás de su escritorio sin quitar de mi esa mirada intensa que lo caracteriza; Dolido y desesperado por morir por la falta de su gran amor. — Alfa, he venido para pedirle un favor, como sabrá mi pareja murió hace unos años en la pelea y mis hijas ya han crecido, necesito salir de la manada por un tiempo y esperaba que me ayude — Lo escucho inhalar fuerte moviendo la cabeza negando y afirmando al mismo tiempo dejándome confundido y temeroso. Hasta que habla finalmente y mi cuerpo reacciona de prisa a la voz del líder. — Entiendo ¿Y sabes a dónde quieres ir? — Veo que sus ojos cambian de color, está usando el enlace solo por un segundo. — No lo sé, creo que cualquier parte estaría bien, debe haber un lugar, quizá Norteamérica — Y mi falta de seguridad es la que marca mi destino, dándome algo que no desee, pero que sin duda necesitaba. — Okey… entonces te enviare a Nueva York con una condición, hay una loba que vive allá desde hace mucho tiempo, necesito que le lleves esto — Saca de su escritorio un sobre y llega el Beta con una maleta pequeña que deja a mi lado y me entrega el sobre que ha tomado de las manos del Alfa. — Ella es una loba solitaria, no le gusta la manada, pero pertenece a ella para protección, entrégale esto ya que hace muchos años no sé nada de ella e infórmame sobre su estado, solo será eso, después serás libre de ir a donde desees — Afirmo con la cabeza y le doy una última reverencia a mi Alfa que no veré en un largo tiempo. No es como que lo veamos mucho últimamente, tampoco es como que salga mucho a la calle; Quizá mi vida solitaria es lo que me motiva a tener un poco de aventura después de dedicarme a criar a dos niñas que creí me volverían loco. — Cuídate Carlos y llámame de vez en cuando para saber que aun vives — Salgo de la casa de la manada de prisa para hacer mis maletas y cumplir con esta tarea para poder disfrutar un tiempo a solas. No llevaré muchas cosas, solo lo más esencial así que termino rápido de guardar todo; Mi cepillo y pasta de dientes para perro, bueno eso solo es un chiste, usamos de la normal, para humanos, un peine pequeño que sin duda no necesito, no soy nada quisquilloso con la ropa; pantalones de mezclilla y camisas de algodón con estampados de rayas; Me he convertido en un señor y apenas me estoy dando cuenta, mi hija menor tiene razón si doy vergüenza, bueno… quizá cambie mi estilo durante este viaje y les dé una sorpresa a mis princesas cuando vuelva a verlas. Afuera de mi casa, con fachada rosa (a petición de mis niñas) me espera el Beta en un auto n***o para llevarme hasta mi destino, bueno al aeropuerto. — Viajarás con otro lobo que va a llevar un favor a un Alfa por allá, cuídate Carlos. Por cierto… ten esta mochila, en ella encontrarás todo lo que necesitas para sobrevivir en caso de que te pierdas, cualquier cosa que necesites dinero o algo por el estilo solo llámanos, el Alfa se hará cargo de ti en todo momento — Se despide el Beta Vickam y subo al avión para llegar hasta mi destino donde el invierno ya los está azotando. Durante todo el vuelo el otro lobo no hizo más que platicar pues es un lobo joven, dormimos un poco cuando las luces se apagaron, pero el chico me hablo hasta cuando fue al baño por el vínculo de manada. Así son todos los lobos a esa edad, lo recuerdo bien de mis hijas. Los jóvenes hablan incesantemente por las emociones que llevan consigo, dos almas en un cuerpo, digo… es normal todo eso de querer expresarse para liberar la tensión. Jamás había salido del país, si de la manada, pero no de mi continente y menos cruzar el océano, sin duda será una gran aventura. Y después de todo el horrible papeleo, y de esperar mis maletas parado frente a la banda que lleva muchas cosas; Salgo del aeropuerto para encontrarme con un gran estruendo que azota mis sensibles oídos haciendo que suelte mis cosas por el susto que me he llevado, es algo espantoso sin duda. Mi lobo murió hace un tiempo, no resistió la perdida de nuestra pareja y me dejó solo, pero aún tengo algunas cosas como el súper oído y olfato, además puedo sacar mis colmillos y garras; No lo perdí todo al final, pero el ruido de esta ciudad es intenso e incómodo, tendré que acostumbrarme a él rápido o me volveré loco. En la manada todo suele ser silencioso y pacífico, siempre a la espera de un ataque, sería terrible vivir con todo este estruendo. Camino despacio admirando los enormes edificios y luces, sintiendo el frio en todo mi cuerpo. Debo buscar un lugar donde dormir y algo para comer, olfateo por el aire buscando el rastro de algún lobo para preguntarle y poder guiarme, pero con tanta contaminación solo percibo humo y cosas horribles como el exceso de basura ¿Cómo podría vivir un lobo aquí tanto tiempo? Quizá la loba huyo hace mucho tiempo, yo lo haría. Camino hasta un pequeño parque para descansar, la noche esta por caer y aun deambulo sintiendo la tripa rugir de hambre; Abro la mochila que me ha dado el Beta y dentro hay algunos dólares, una tarjeta con su clave y una carta, además de otras cositas y algunas golosinas, eso explica el aroma dulce que percibí conmigo todo el tiempo así que las ingiero mientras leo la carta del Alfa. (La loba se llama Darla, es de aproximadamente treinta años de apariencia, joven y muy informal, es buena y linda cuando la llegas a conocer bien, trabajaba en una cafetería cerca de Central Park, eso fue lo último que supe, me dijo que seguía el rastro de lobos salvajes que planeaban atacar a los humanos en la cuidad y que lo evitaría pero no supe más de ella, solo que estaba a salvo y que fue una falsa alarma, búscala y dale mi mensaje, tu misión es encontrarla en tres semanas, la razón: su madre morirá pronto, no falles confío en ti. Posdata: ve a Texas a esta dirección si puedes y envía las siguientes cosas de la casa, solo si puedes hacerlo no hay prisa por eso). .. . Bueno… la lista del Alfa ya es más personal así que la omitiré. Pensando en la carta… no parece que esté dirigida a mí, quizá era para el primero que deseara irse de la manada, sería extraño que tuviera una carta lista para mi si a nadie le había comentado mis deseos de partir y la decisión fue repentina, supongo que la misión ahora es mía. Ahora si, a buscar a esta chica ¿Qué tan difícil puede ser encontrar un lobo en Nueva York? Decidido y seguro de mí mismo y de poder encontrarla de prisa con mis habilidades de lobo, me pongo de pie sujetando con fuerza la mochila sobre mi hombro. — Hagamos esto Dante — Digo recordando a mi lobo y levantando un puño en señal de ánimo; Y comienzo a caminar con una pequeña sonrisa de confianza hacia la cuidad fría, que se me recibirá con los brazos abiertos, también la abrazaría, pero con la maleta y las mochilas, es un poco complicado hacerlo; Pero eso no hace que mi ánimo cambie, lo hare por mi manada, y mi Alfa, pero sobretodo, lo hare por mí, mi espíritu animal, y mi nuevo deseo de vivir por muchos años más para conocer a mis nietos y hacer todo lo que desee y que nunca me había atrevido por alguna extraña razón; Algo que ya no me preocupa más, solo quiero vivir y lo haré a mi manera. Afirmo con la cabeza a mis propios pensamientos dándome valor ante lo desconocido que no me hará retroceder. No mientras sea un lobo. .. . ⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆˚?˖°⋆