Capítulo 1: Odio ser un pobre muerto de hambre.

1595 Words
Tennessee, Diez años antes.   –No hay nada que me duela más que verte tan triste. –Murmuró Elyanna mirando con tristeza al chico que tanto amaba.   –Todo por dinero Ely, mi madre dejó de tratarse porque ya no teníamos como pagar sus tratamientos, si no fuese por el maldito dinero ahora mi madre estaría viva. –Contestó Brandon apretando los dientes con rabia, recordando todas las veces que su padre tuvo que humillarse intentando conseguir un préstamo para que salvarán la vida de su mujer. –No sabes cuanto odio ser un pobre muerto de hambre.   –No digas esto mi amor, eres maravilloso Bran y el dinero no es importante, ayuda es cierto. –Habló Madison abrazándolo y lo vio negar con la cabeza frustrado.   –Sabes muy bien que tengo razón, tú no lo entiendes porque tu familia tiene dinero. Para tu padre yo no soy lo suficiente para ti, para él no soy nada. – Replicó con frustración, recordando el motivo por el cual tenía que ver a su chica a escondidas.   –A mí no importa eso Bran, con dinero o sin él, eres el amor de mi vida y solo quiero estar a tu lado. –Murmuró Elyanna llevando una mano a la barbilla de Brandon para que la mirará. –Nos escaparemos de aquí algún día y seremos muy felices lejos de todo esto.   –¡Eres lo único que tengo ahora Ely, no podría vivir sin ti y te prometo que algún día te daré todo lo que te mereces, no te faltará de nada! –Afirmó Brandon antes de besarla apasionadamente.   Elyanna ya estaba acostumbrada a lo demandante que era Brandon cuando estaban a solas, pero siempre le ponía límites. Brandon la acostó en el viejo sillón que había en aquella pequeña cabaña que Brandon había construido, para que ellos dos pudieran estar juntos y después se acomodó sobre ella.   Brandon jugó con sus labios hasta que ella los abrió para recibir aquella lengua que tanto ansiaba explorar su boca. Elyanna sintió a Brandon colocarse entre sus piernas y la dureza de su entrepierna rozar su húmeda intimidad. Él acarició los mulsos de la chica y subió sus manos hasta llegar a sus bragas, pero cuando Elyanna se dio cuenta de lo que quería hacer se apartó de él.   –¡¡No Bran, no quiero!!–Exclamó apartándose de él subiendo los tirantes de su vestido que habían caído deslizado por sus hombros. – Todavía no estoy lista.   –¿No quieres ser mía? –Preguntó Brandon mirándola con el ceño fruncido.   –Sabes que sí, pero también sabes que me hace ilusión casarme virgen. –Explicó Elyanna viéndolo fruncir todavía más el ceño.   –Claro, querrás esperar al hombre adecuado para ti, como los niños ricos que van a tu instituto. –Escupió poniéndose de pie y Elyanna lo agarró de la mano.   –Tú eres el hombre adecuado para mí, es solo que me gustaría esperar hasta que nos casemos.   –Sí es para mí, ¿entonces por qué no puedo tenerlo ahora? –Preguntó mirándola con incomprensión. – ¿No estás segura de tu amor por mí, es eso Elyanna?   –No mi amor, estoy muy segura de que te amo, pero aún no estoy lista Bran y ...   Elyanna se interrumpió cuando escucharon a alguien gritar afuera llamando por ellos.   –¡¡¡BRAAAANN!!! –Gritó Zack el mejor amigo de Brandon y este salió de la cabaña con Elyanna a su lado.   –¡¡¿Se puede saber que está pasando para que te pongas a gritar así?!!–Vociferó Brandon molesto, pero cuando vieron la cara de preocupación de Zack entendieron que algo muy grave estaba sucediendo.   –¡¡Bran, Simon White está en tu casa ahora mismo, deberías ir ya!!– Contestó Zack nervioso y Elyanna sintió un nudo subir por su garganta.   –¿Qué está haciendo mi padre en su casa? – Preguntó Elyanna angustiada, porque no esperaba nada bueno de su propio padre.   –Él está gritando delante de todos que tu padre lleva meses sin pagar el alquiler y está tirando todas vuestras cosas a la calle Bran, la situación se está poniendo muy fea...   Antes de que Zack pudiera terminar Brandon vistió su camiseta, después los tres salieron corriendo hasta sus motocicletas. No tardaron nada en llegar a la casa de Brandon, y se encontraron con Cyrus Müller el padre de Brandon enfrentándose a Simon White.   –¡¡Eres un maldito infeliz, ¿mi esposa acaba de fallecer y me echas a la calle con mi hijo?!!– Exclamó Cyrus encarando a Simon que lo miraba con soberbia.   –Yo no tengo porque andar haciendo caridades a nadie, si no fueras un maldito fracasado tu mujer seguiría viva y tu hijo tendría un techo. Todos aquí sabemos que Lorraine tuvo que abandonar los tratamientos porque no tenían como abarcar más deudas, siempre fuiste un bueno para nada Müller. –Escupió Simon acercándose a Cyrus y Brandon llegó junto a ellos, colocándose entre los dos mientras encaraba a Simon.   –¡¡No te atrevas a faltarle al respeto a mi padre!!– Gritó Brandon furioso y Simon se rio en su cara.   –¡¡Personas como vosotros no se merecen respeto, solo son basura!!–Espetó Simon haciendo una mueca de asco. –¡¡¡AHORA FUERA DE MI CASA, NO QUIERO VOLVER A VERLOS POR AQUÍ!!!   –¡¡Papá por favor, no les hagas esto!!¡¡ Por favor, te lo suplico!!–Suplicó Elyanna llorando con desesperación porque Brandon ya había pasado por mucho y no era justo que los dejarán en la calle a él y a su padre.   –¿Tú que haces defendiendo a estos? –Preguntó Simon furioso mirando a su hija. –¡¡¿Sigues viéndote a escondidas con este muerto de hambre como si fueras una ramera?!!– La interrogó y la pareja que no pudo evitar intercambiar una mirada, entonces Simon le pegó una bofetada a su hija, haciendo que Brandon se pusiera como loco.   –¡NO LA TOQUES INFELIZ! –Gritó Brandon enfurecido intentando acercarse a ellos, viendo como Elyanna se llevaba una mano a su rostro donde Simon la había golpeado, pero Cyrus agarró a su hijo. –¡¡¡No vuelvas a tocarla o te juro que te mato!!!   –Tú no eres nadie para intentar hacer algo contra mí, y te advierto por última vez que no vuelvas a acercarte a mi hija o terminaré de destruir la miserable vida que tienes. –Escupió Simon agarrando a Elyanna del brazo para llevarla a su coche. – Tienen una hora para salir de aquí o si no llamaré a la policía. –Ordenó y después escupió al suelo mirándolos con asco.   Elyanna era arrastrada por su padre mientras que miraba a Brandon con impotencia, porque no podía hacer nada para ayudarlos, pero él le hizo una señal con la mano indicando que todo estaría bien y ella dijo que lo amaba moviendo sus labios en silencio.   Durante la noche Brandon estaba acostado sobre un colchón improvisado en el salón de un compañero de trabajo de su padre, al lado del sillón donde estaba acostado Cyrus.   –Espero que tu vida sea diferente a la mía, que aproveches tu juventud para dedicarla a algo que valga realmente la pena. –Murmuró Cyrus mirando al techo y Brandon frunció el ceño sin entender a lo que se refería.   –No entiendo de lo que hablas papá, trabajo duro todos los días en el taller. – Replicó Brandon intrigado y vio a su padre incorporarse.   –Trabajar en ese maldito taller solo te llevará a continuar en la misma vida de mierda que tienes ahora muchacho. –Escupió Cyrus lleno de amargura y Brandon se incorporó. – Yo siempre he querido más y tu madre siempre me decía que éramos felices con poco, que no hacía falta nada, entonces me acomodé y acepté vivir en la miseria, ahora tu madre está muerta.   –No ha sido tu culpa papá, siempre has intentado sacarnos adelante...   Cyrus interrumpió a su hijo agarrando su rostro y Brandon lo miró aturdido porque jamás había visto a su padre tan enojado.   –La vida te ha regalado una cara bonita niño, utilízala para salir de esta mierda en la que naciste. –Murmuró Cyrus mirando su hijo directamente a los ojos. –Aprende de todo lo que hemos vivido, que sí de verdad quieres la felicidad completa, debes tener dinero y un nombre que te respalde, entonces no habrá nada que se ponga en tu camino.   –Yo solo quiero ser feliz con Elyanna papá y nada más.   –De verdad te has creído que esa niñita de papá aceptará vivir en la miseria contigo, cuando está acostumbrada a una vida llena de lujos, en la primera semana que no haya para nada comer ella te abandonará.   –¡¡Elyanna me ama papá, a ella no le importa estas cosas!!–Afirmó Brandon molesto por escuchar a su padre haciendo un mal juicio de la mujer de su vida.   –Recuerda siempre esto hijo, "cuando el hambre entre por la puerta, el amor saltará por la ventana". Esa niña terminará dejándote o peor que eso, terminará como tu madre. –Aconsejó Cyrus acostándose otra vez en el sillón y Brandon se sintió mal porque pudo ver los ojos de su padre cristalizados cuando mencionó a su madre.
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