Brandon estaba sentado en la silla de su despacho enojado, porque quería estar con Elyanna después que terminase su trabajo, pero la chica le había dicho que tenía un compromiso con la diseñadora y Brandon odiaba no ser una prioridad para Elyanna en aquel momento, pero su humor se puso peor cuando su teléfono móvil comenzó a sonar y se vio obligado a contestar. –¿Qué es lo que quieres ahora Daisy, ya te dije que estoy trabajando? – Preguntó Brandon molesto contestando a la llamada de su esposa. –¿De verdad que estarás fuera una semana entera? – Preguntó Daisy con tristeza y Brandon giró los ojos porque sabía que iba a empezar con sus berrinches. –Sí cariño, hay mucho que hacer en San Francisco y no pienso marcharme hasta que todo esté arreglado en esta empresa. –Murmuró Brandon recostán