Camino de un lado a otro en la habitación. — ¿Cómo que no te dejan ver más allá?—Pregunto exasperada al mirar a Dayana. La chica bajo la cabeza y cerró los ojos esperando que esa extraña advertencia detuviera a Lilith de dirigirse al infierno. —Mi señora, ni Mística ni yo hemos podido entrar en esa mansión, solo puede pasar con una invitación—Le explico desesperada. Lilith soltó un berrido y se vistió rápidamente. Cruzaría un espejo porque su envidia era desmesurada y el deseo de conocer la verdad de lo que le ocultaba Lucifer se hacía cada vez más evidente. La chica de cabellos pintados de verde y alborotado miró preocupada a Dayana y sujeto su mano, sabía que la chica a la cual Lilith le había encomendado la peligrosa tarea había fracasado y muy pronto recibiría un terrible castigo.