Enredados en un abrazo posesivo y romántico, Bishop y Melody se besan de forma apasionada, las tres princesas charlan entre si, ignorando por completo a la pareja que derrama amor.
La mujer permanece quieta y en silencio de pie en el rincón, un par de veces se atreve a mirar furtivamente a la pareja que se come a besos.
"Y seguirás sufriendo toda clase de humillaciones de esos hombres si no cierras la puta boca."
Sentencia Bishop mirando a Aurora cuando termina de besar a Melody.
"Estamos juntos en esto, si uno cae, todos caemos, no podemos ser estupidos..."
La mujer alza la mirada, sin querer observa que la hermosa princesa Aurora tuerce la boca con disgusto y pone los ojos en blanco porque Bishop la regaña.
"Ni mucho menos desesperarnos y gritar que no importa lo que nos pase."
"No solamente te afectaría a ti, sino a todas las princesas, a mi y en especial a..."
De pronto Aurora aprieta fuertemente con sus manos los reposabrazos de la silla alta donde está sentada.
"No te atrevas a meterla a ella en esta discusión, ella es inocente."
Ordena la enojada chica, Bishop sonríe de forma siniestra, imitando a Pastor.
"Sabia que recapacitarias."
"Si por tu culpa, algo malo nos sucede, puedo asegurarte que ella pagara el precio de tu error."
La mujer siente un poco de lástima por la grosera princesa al verla derrotada.
"No es justo, siempre me amenazas con hacerle daño..."
Bishop ignora las quejas de la bella chica, las otras dos princesas se acercan para consolarla mientras el chico se despide de Melody con un beso rápido antes de tomar su tabla con papeles para marcharse pues ya perdio demasiado tiempo en ese lugar y aún le faltan terminar de hacer muchas cosas que hacer esa noche.
"Madre, cuando termine de ayudar a Melody vaya al castillo, esta será una noche muy atareada."
La mujer asiente en silencio y espera ordenes de Melody quien se apresura en maquillar a Aurora quien parece triste.
Cuando termina de maquillarla sigue con Nieves, cuando está casi terminando otras tres princesas llegan al salón de belleza, por lo que Melody debe darse prisa.
Faltando pocos minutos para que el castillo abra sus puertas Melody termina de maquillar a la princesa Elsa con quien tardó más de lo previsto ya que tuvo que colocarle la pedrería que su primer cliente le envío para que usara esa noche.
"Gracias Ofe, fuiste de mucha ayuda, ve corriendo al castillo, yo termino de recoger y limpiar mi lugar."
Indica Melody apuradisima.
"De acuerdo, te veré más tarde."
Responde la mujer pues sabe que verá a la estilista ya que se encargara de maquillar de nuevo a las princesas cuando terminen de atender a sus señorias.
Mientras camina por el pasillo que la lleva a las habitaciones, la mujer observa por las ventanas que el patio está lleno de autos y camionetas de lujo, además risas y charlas masculinas se escuchan dentro del bar, que es como la sala de espera para sus "señorías".
"Su excelencia, su princesa lo espera, por favor entre."
Escucha la mujer a Pastor dar la bienvenida al primer cliente ansioso quien, como siempre, resulta ser un hombre canoso, alto, de buen porte, andar refinado y vestimenta costosa, desde su escondite en el armario de limpieza la mujer espía al hombre y determina que debió haber sido muy guapo en su juventud.
"Cada vez es mas difícil y costoso ser el primero en la lista de mi princesa, Pastor."
Se queja el hombre quien ajusta su impecable traje sastre.
"Y es imposible comprar toda la noche de Aurora, acaso mi fortuna es menospreciada aqui?"
Pastor sonríe de forma hipocrita antes de contestarle amablemente al hombre.
"Su señoría del este, su fortuna es muy apreciada en el castillo, pero creo que entenderá que Aurora es la estrella más brillante en mi firmamento y como tal sería egoísta privar a otros grandes señores de admirarla, no lo cree?"
Los guardaespaldas del hombre rodean a Pastor, Bishop aparece en el pasillo, murmura algo tocando su oido derecho que es donde lleva el intercomunicador con los guardias del castillo antes de caminar hacia los hombres.
"Quiero comprarla esta noche."
"Dime el precio y lo tendrás en efectivo de inmediato."
Ordena el hombre de negocios quien esta acostumbrado a obtener todo lo que quiere.
"Sera un placer su señoria, por favor, acompáñame a la sala donde esperan los demás señores para que les comunique usted mismo que comprará todo el tiempo de la princesa Aurora."
La tensión crece entre los dos hombres quienes se retan con la mirada, de pronto el hombre se ríe y palmea el hombro de Pastor, aligerando el momento.
"Conozco todos tus trucos Pastor."
Declara el hombre con sonrisa perversa.
"Si acepto ir esos hijos de puta acabarán conmigo, sabemos que esos cabrones están buscando la más mínima oportunidad de sacarme del negocio y no les daré el gusto."
Con un gesto el cliente les indica a sus guardaespaldas que se aparten, los guardias del castillo con sus trajes rosados se mantienen cerca de Pastor y Bishop.
"Quiero seguir siendo el primero que disfrute de la belleza detrás de esta puerta."
Señala con su dedo el hombre.
"Eso es lo que más les molesta, en especial a esos jovenes insolentes que creen que pueden luchar contra mi."
Riendo satisfecho por sentirse privilegiado, el hombre toca la puerta de la princesa Aurora quien pide que entre.
"Buenas noches excelencia."
La mujer nota la sonrisa arrogante del hombre despues de escuchar la dulce voz de la princesa, el cliente les indica con severidad a sus guardaespaldas que cuiden la puerta por la siguiente hora.
Con diferencia de minutos, uno a uno los hombres entran a las habitaciones de las princesas, muchos de ellos se despiden de sus amigos quienes siguen bebiendo en el bar.
"Te lo dije madre, es una buena noche para nosotros."
Declara satisfecho Pastor quien camina hacia el bar donde el Vicario atiende con refinados tragos a los impacientes hombres que esperan su turno para entrar con su adorada princesa.
Sabiendo que no puede irse a ningún otro lado, la mujer se encierra en un oscuro armario y se cubre los oídos para intentar no escuchar los gritos de las chicas y los gemidos exagerados de los hombres.
Al terminar su tiempo los clientes se retiran de las habitaciones de las princesas, la mujer se apresura a ayudar a la chica a ducharse y limpiar la sucia habitacion antes de ayudarles a prepararse para su siguiente cliente.
Ni Pastor ni Bishop se cuestionan porque el último cliente quien es joven millonario recién llegado a la ciudad se retira con mucha prisa del castillo, es la mujer quien se da cuenta que algo malo sucedió en la habitacion de la princesa Rapunzel quien fue la última en atender clientes esa noche.
"Te lastimó?"
Cuestiona preocupada la mujer al ver sentada en la cama a la bella chica que llora desconsoladamente.
Al no obtener respuesta la mujer sale de la habitacion para se reportarle a Bishop lo sucedido, pero la princesa la detiene agarrandola de la mano.
"Ni siquiera me toco!"
"No estoy herida lo ves?"
Gime entre sollozos la bella chica mostrando su cuerpo y rostro.
"Entonces que pasa?"
Inquiere la mujer quien no comprende el porque del llanto de la chica.
"Él..."
Susurra entre lagrimas la chica mientras limpia su rostro con el pañuelo que la mujer le dió.
"Eramos novios de niños..."
"Despues de tantos años logró encontrarme, despues que nos separaron..."
La bella chica solloza de nuevo, la mujer la abraza para consolarla.
"Mi madre, mis hermanos y yo eramos sirvientes en la mansión de su familia, pero su madre nunca nos quiso, mucho menos cuando se enteró que su heredero sentía algo por mi..."
"Por eso envio muy lejos a su hijo y a mi me trajeron al castillo..."
Rapunzel hace una pausa para suspirar y calmarse antes de continuar con su desgarrador relato.
"Su madre le confesó en su lecho de muerte donde me habia enviado y no solo eso!"
"Su padre sabia donde me habían enviado y compró mi virginidad, ese hombre es uno de mis clientes frecuentes!"
La mujer siente pena por la chica quien continua desahogandose.
"Me dijo que su padre no dejará que me compre, él paga por tenerme aquí para ofrecerme a sus amigos, a sus clientes!"
Rapunzel limpia su nariz antes de continuar, de pronto su voz y actitud se tornan depresivas.
"Su padre no quiere que sea libre, quiere follarme cuando quiera para castigarlo por haber abandonado el negocio familiar!"
El llanto de la chica llama la atención de las demás princesas quienes entran para consolarla pero tan pronto como escuchan que se acercan Pastor y Bishop, Rapunzel se calma al instante.
Cuando todas se retiran a sus habitaciones la mujer recuerda con tristeza lo que la princesa le confesó, ella solo puede sentir un poco de pena y lástima por la princesa quien está condenada a permanecer en el castillo satisfaciendo hombres que le doblan la edad...
Para siempre.
***By Liliana Situ***
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