Punto de vista de Sandra Estaba en mi antigua habitación, leyendo una revista con vestidos de novia a la moda, esperando que mi madre volviera con buenas noticias. Necesito conseguir el mejor vestido, ya que, después de todo, no me voy a casar con un don nadie. El vestido tiene que ser más caro que el de Meghan Markle. Quizá deba contratar al mismo diseñador. Desperté de mis sueños cuando oí una voz enfadada que retumbaba en el salón. — ¡Sandra, por favor, sal! —Madre, estoy aquí. ¿Está todo bien? — ¿Qué me estás ocultando? ¿Por qué Javier no se ha acostado contigo todos estos años? —Te dije que no lo sabía, madre. No se acuesta conmigo, pero me sigue engañando. Era muy consciente de que mi madre se iba a creer cualquier cosa que dijera. —Mañana iremos a su casa. Vamos a escuchar lo