Oriana Valladares ¡Increíble! Esa mujer le besa los labios y él no hace nada. Pero ¿Quién carajos es esa mujer? ¿Otra más? Escucho que Math me llama, pero no quiero hablar con él. Simplemente cierro la puerta; la perilla se gira, y se asoma. Ni siquiera quiero voltearlo a ver. —Oriana, cariño, por favor, ¿Qué pasa? Me quedo en silencio, mirando la pantalla de mi computador, y aunque está apagada, simulo que trabajo. Al final, es lo único que debo hacer en esta compañía; ese sí es mi contrato real. Math se acerca lentamente, separa la silla frente a mí y, sin mi permiso, se sienta, cruza una pierna y me mira. Descarado. —¿Por qué sales corriendo? Es más, ¿por qué estás enojada conmigo? Si hace un momento estábamos más que bien. Cierro la tapa de mi laptop con fuerza y cruzo las m