Oriana Valladares. Sin pedir permiso y ya familiarizada con cada rincón de este baño, me meto en la ducha, dejando que el agua arrastre los rastros de la noche anterior. Lo curioso es que, entre esos olores, no hay ninguno que sugiera que hubo sexo. Una confusión me invade, no sé si sentir alivio o decepción. ¿Acaso no pasó nada? La única pista es mi cuerpo desnudo sobre su cama, pero no puedo recordar con certeza lo sucedido. La duda me carcome: si hay una forma de saberlo, sería explorando mi propio cuerpo. Después de todo, siendo virgen, lo conozco a la perfección. Intento recordar cómo me sentía antes de conocer a Math; esos pequeños roces que me excitaban cuando lo intentábamos con Christian… aunque no eran tan…tan calientes…Christian... apenas vale la pena pensar en él o en lo que