-Abuela tenemos que irnos a buscar tus medicinas. - Le gruño saliendo del super mercado, han pasados una semana, Antonio y Rodrigo hicimos unos montajes de algunas fotos, tuvimos que pagarle aún hombre para hacer varias fotos como si fuera mi novio, tomamos fotos comprometedoras, el cual los chicos odiaban hacer, pero como todo era mentira se relajaban un poco.
-Está bien mi ángel. - Dice mi abuela dándome la razón, me echo a reír al ver su cara, escucho el ruido de unos neumáticos y unos disparos, veo el coche n***o, las personas empiezan a correr aterrorizada, giro mi cabeza para ver a mi abuela y cae encima de mí, la agarro soltando mis bolsas de frutas, trato de no caerme por el peso de mi abuela, rodeo las manos por su cintura, siento que mis manos se mojan de sangre.
-No, no, no
