Las palmas de mis manos sudaban mientras sentía unos fuertes escalofríos recorriendo mi cuerpo y debilidad en mis piernas. Pero no podía dejarme paralizar por el miedo, tenía que hacer algo, tenía que enfrentar a quien sea que me estuviese enviando estos anónimos. Rápidamente me pongo una chaqueta y voy al jardín para pedirle a Ben que cuide a Morgan; después de hacerlo salgo de la casa. Al llegar al parque miro hacia todos lados buscando a alguien inusual o conocido pero no veo nada. Segundos después a unos cuantos pasos de mi, un hombre se baja de una camioneta negra, me mira con recelo y cuando vuelve a subirse una de las puertas traseras se abre, pero nadie sale así que imagino que esa en una indirecta para mí. Meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta y camino con sutileza y p