Trato de disimular el miedo que siento cuando Christian me hace un interrogatorio respecto a algo y mucho más si duda de quién soy. —¿¡Quien más puedo ser Christian!? —le pregunté apelando a su lógica y funcionó. Él volteo hacia un lado y se paso las manos por su cabello con frustración. En cuanto vuelve su mirada hacia mi, me toma del brazo jalandome hacia él para luego rodear mi cintura con su brazo libre. —Has cambiado tanto que ya no sé ni qué creer, me estás volviendo completamente loco Mía, ni siquiera sé qué pensar —confesó mirándome con ansiedad y deseo— Ahora eres la mujer que creí que eras cuando nos casamos, incluso podría jurar que eres mejor. Escucharlo decir eso me estremeció, por fin había hecho una diferencia entre mi hermana y yo, no importaba que el no lo supiera y aun