When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
“Bueno, ahora sabemos dónde estaban esos dos” dijo Luuj con un resoplido “Pero todavía no hay señales del doctor Curdyn.” “¿Oí a alguien que tome mi nombre en vano?” sonó una alegre voz de contralto desde el Núcleo, y el médico del barco entró en la sala de estar. Vini Curdyn era una rubia de fresa con ojos azules y una nariz delicada, a mitad de camino en altura y forma entre Sora y Nezla. Ella llevaba su uniforme, azul pálido con tiras transparentes en lugares interesantes y un caduceo rojo y blanco sobre el pecho izquierdo. Su caminata tenía un aire chulo cuando cruzó la habitación. “¿Cuándo subiste a bordo?” preguntó Luuj. “Oh, hace unos cinco minutos. Me cambié mi uniforme, Capitán, por eso he llegado tarde.” “Me llamarás por mi título completo, doctor Curdyn. ¿Y cómo llegaste a