Capítulo 24.

1989 Words
-Te hice una pregunta Paulina, ¿qué haces aquí?-Tanto Angel como yo teníamos el ceño fruncido.- -No te molestes Angel. Sólo quería hacerte una visita y como no estabas en tu casa supuse que estarías aquí.-Paulina sonrió cínica.- -¿Como...cómo supiste que estaría aquí?-Ella sonrió.- -Una mujer enamorada es capaz de hacer cualquier cosa.-No sabía porqué pero, eso me había asustado bastante.- -¿Acaso nos seguiste?-Gruñí.- -De ti no quiero nada arrastrada.-Paulina avanzó hasta nosotros.-Aun no comprendo cómo es que Ángel y tú son novios, ¿no te has visto en un espejo?-Mi sangre empezó a hervir. Lo que me faltaba, otra Channel.- -Eres una...-Ángel se puso delante de mí, Cortándome el paso.- -Déjala Amor, no vale la pena.-Me miró.-Paulina tienes que irte.-Demandó.- -Este es un país libre, puedo estar donde se me dé la gana.-Se había cruzado de brazos.- -Están libres como para llevarte a la cárcel por acosó.-Paulina volvió a reír.- -Quiero ver que lo intenten.-Los ojos de Paulina se centraron en mi.-Cuidate la espalda Miller, Angel amor, cuando empieces a recapacitar sobre que está arrastrada no es la mujer para ti, mis puertas estarán abiertas las ti.-Dijo dándose media vuelta.- Paulina se había ido, pero dejó un aire de incomodidad entre Ángel y yo. «¿Puertas? Ja. Sí claro, más bien con las piernas abiertas. » -Lamento eso.-La voz de Ángel hizo que le prestara atención.- -No fue tu culpa Angel.-Lleve mi mano hasta su mejilla.-Esa mujer sólo está desesperada por tenerte.-Dije.- -Temo que pueda hacerte algo malo por mi culpa.-Negué con la cabeza.-No sé de lo que Paulina pueda ser capaz.-De verdad Ángel estaba preocupado por esa mujer.- -Olvida eso. Vamos la noche a sido larga en verdad.-Ángel tomó mi mano.- -Tienes razón, mañana será otro día, tal vez mejor. Si tú estás en él, sé que lo será. -Sonreí.- Luego de eso y como había dicho Ángel mañana sería otro día. Avisamos a los invitados que podían irse, una de las razones era porque Adriana no estaba. Le había preguntado a una de sus amigas por ella, su amiga sólo me había dicho que Adriana se fue a dormir. Era raro, pero tal vez mi hermana estaba cansada y con razón. Su fiesta empezó a las 11:30 de la noche y ahora eran las 3:20 de la mañana. Decidí no darle importancia e irme a dormir también. Una vez que todos se fueron Ángel se quedó conmigo. Mi padre y su esposa estaban en una habitación, las amigas de Adriana también. No sabíamos a donde había ido Max, ya que dijo iría a felicitar a mi hermana. No, no debía pensar mal. Adriana no volvió a mencionar a Max Stone. Lo que sí dijo era que había dado su primer beso ya, pero no dijo con quién. Tenía muchas cosas en la cabeza. Y por ninguna razón quería penar en algo malo. Porque nada malo sucedía. ¿verdad?. (...) Fruncí un poco el ceño cuando sentí algo en mi rostro. Luchaba por abrir mis ojos pero sólo quería seguir durmiendo. Angel y yo no fuimos a dormir realmente anoche. -Hannie es hora de levantarse.-Esa era la voz de Ángel.-Arriba hermosa.-Volvió a hablar.- -No quiero...-Susurré.- -Entonces me harás usar el arma secreta.-Mis ojos se abrieron al sentir unas pequeñas manos en mi rostro, no solo esas pequeñas manos me hicieron despertar por completo sino que también la risita de mi hija.- Sonreí mientras me sentaba en la cama. Luam con sus pequeñas manos tocaba mi rostro. -Sabia que funcionaria.-Ángel sonrió.-Buenos días.-Ángel beso mi mejilla.- -Buenos días.-Sonreí.- -¿Luam es el arma secreta?-Mi novio asintió.-Muy buena idea.-Tome a mi hija y empecé a dejar besos por toda su carita.- -Será mejor ir a desayunar, los demás esperan.-Asenti.- -Adelantate le daré un baño a Luam.-Ángel asintió. Pero no se movió, sólo nos observó un momento, hasta que luego se levantó de la cama y tomó rumbo al baño.- Me encogí de hombros. Luego de mimar a Luam me levanté para darle un baño e ir a desayunar. El día tenía pinta de ser agradable y tranquilo. Terminé de verme en el espejo. Traición puesto unos jeans azules, una blusa que se apegaba a mi cuerpo de color n***o y unas zapatillas de plantilla también negras. Mi cabello estaba suelto, tenía un poco de maquillaje. Quise que Luam usará un enterizo celeste con conejitos en el estampado. Mi bebé lucía realmente adorable. -¿Terminaste amor?-La voz de Ángel me hizo despegar la vista de Luam.- -Estamos listas.-Ángel sonrió y beso mis labios. Luam había soltado un quejido en forma de protesta, hasta que mi novio le había dado un beso en la mejilla.- -Vamos a desayunar.-Asenti y tomamos rumbo a la mesa con todos. Con decir todos me refería a mi padre y a la zorra que tiene por esposa. Adriana estaba muy feliz al parecer y al verlo llegar sus ojos se iluminaron, junto a ella estaba Max. -Buenos días hija, Ángel.-Saludó mi padre.- -Buenos días para usted también señor Miller.-Ángel tomó asiento frente a mi padre, yo estaba sentada a su lado junto con Luam en una silla especial para bebés.- -¿Es necesario que esa niña esté aquí? Hará un desastre.-Chanel rodó los ojos.- -Es una bebé, no lo hace con malas intenciones.-Dije.- -Pobre de esa niña, con la madre que tiene.-Gruñí.- -Chanel...-Mi padre frunció el ceño.-No empieces.-La boca de Chanel se abrió.- ¡Al fin mi padre se daba cuenta de que esa mujer era la que me provocaba!. Parecía un milagro. -Sabes que tengo razón. No todas son buenas para ser madre.-Una sonrisa de superioridad se apareció en el rostro de Chanel.- -No te creas tan perfecta mamá, las que me criaron fueron las sirvientas mientras tú estabas ocupada.-Miramos a Adriana.- -¡¿Como te atreves a decir algo como eso adriana!?-Chanel sé levantó.- -Es la verdad y lo sabes mamá.-Adriana estaba sería. El ambiente estaba tenso.- -¡Sabía que Hannie te pondría en contra mía, nunca debí dejar que te quedarás con ella!, pero escúchame bien Adriana Miller, hoy te regresas a casa.-Adriana negó.- -Ya soy mayor y quiero estar con Hannie.-Le di una sonrisa de superioridad a Chanel.- -Ya la escuchaste Chanel, Adriana se quedará conmigo.-Reí. Los demás sólo estaban en silencio.- -¡Ahg, me largo de aquí!-Chanel echó la silla para atrás, y cómo había dicho salió dando taconazos al piso como si éste tuviera la culpa.- -Iré con ella, ustedes continúan.-Mi padre suspiró.- Sin esperar respuesta mi padre se había marchado, dejándonos a nosotros en un silencio, agradable para nada incómodo. Adriana nos empezó a platicar sobre que la había pasado bien en su cumpleaños, Había dicho que ahora que era mayor quería viajar a muchos lugares, incluyendo el continente europeo y a******o. Al principio me pareció extraño que quisiera ir ahí. Pero no se lo impediría. Si ella era feliz yo también. La siguiente hora la pasamos muy agusto platicando y bromeando. Hasta que había llegado la hora de irse. -Bien Luam está en el auto con el chofer.-Dije.-¿Donde están Adriana y Max?-Pregunte mirando a Angel.- -Están ahí.-Señaló a lo lejos.- Parecía que Adriana y Max hablan de algo serio. Max negaba y Adriana a su revés asentía. Escuche que Max gritaba el nombre de mi hermana con rostro molesto. -¿Sucede algo Adriana?-Pregunte extrañada. Mi hermana suspiró.- -Hannie hay algo que tengo que decirte.-Dijo de pronto con una sonrisa.- -Bueno y ¿que es?, me estas asustando Adri.-La mire confundida.- - Bueno...verás yo...-Adriana había sido interrumpida por Max.- -Adriana...no es buena idea.-Fruncí el ceño.- -Claro que sí, ellos tienen que saber.-Ángel y yo intercambiamos miradas.- -¿Qué está sucediendo?-Pregunto ahora Angel.- -Hannie...-Adriana volvió a suspirar.- -Adriana no lo hagas.-Advirtió Max.- -Ya te lo dije Max no puedo seguir mintiendo. Sé que es lo mejor.-Dijo.- -Habla por favor Adriana.-Esto ya no me estaba haciendo gracia.- -Vale...Hannie, ¡Max y yo somos novios desde hace tiempo!, y ayer perdí mi virginidad con él, ¿no estás feliz por nosotros?-Me había quedado en blanco.- -¿Ustedes qué?, ¿Estás acaso demente Max?-Angel frunció el ceño.- -Puedo explicarlo.-Mi vista se fue justo a donde estaba Max. La irá empezó a llenar mi cuerpo.-La cosa no es cómo ustedes piensan.-Dijo.- -¿¡No es como pienso, éstas bromeando!?. ¡Tienes novia Max, como quieres que lo entienda!-Grite.- -Hannie... -¡Silencio Adriana!-Mi hermana guardó silencio.-Tú lo sabías, te dije que éste desgraciado tenía novia y aún así no me hiciste caso. ¡Solo te utilizó!-De verdad estaba enojada.- -¡Eso no es verdad!-Gritó mi hermana.-¡Max dijo que la dejaría!-Volvió a gritar.- -¡Y le creíste!, por favor , Adriana abre los ojos. ¡Él no dejará a su novia por ti, sólo se aprovechó de ti!-Mi hermana negó.- -¡No es cierto, no lo es!-Los ojos de Adriana se llenar lágrimas.- -Tú, ¿Por qué no la alejaste, eh? ¡Debiste de hacerlo!-Camine lentamente directamente hacia Máx.- -Lo hice de verdad.-Max retrocedía.- -¡Dijiste que la dejarías Max, que estarías conmigo!-Gritó Adriana.- -¡Solo le llenaste la cabeza de boberías para acostarte con ella, me das asco!-Apreté los puños.- -¡No fui yo quien le dijo que se me acercará, ella me pidió que me acostara con ella!-Era estúpido. ¡Un idiota!.- -¡Claro y yo nací ayer!...eres un...-Estaba tan enojada que le di una bofetada en cada mejilla a ése infeliz.- Él sólo le había hablado bonito a Adriana para llevársela a la cama. Mi hermana no sabía nada del mundo y de la maldad que lo rodea, fue tan ilusa de ir a correr a los brazos de Max Stone. Quien vio como un pasatiempo más el jugar con una mujer joven e ingenua, pero mi hermana no era tan inocente en esto, ya era capaz de saber que era bueno o malo. Sin embargo, saber las intenciones de ese hombre era un completo misterio. -¡Hannie ya dejalo!-Mire con furia a Adriana.- -Vete al auto Adriana.-Gruñí.- -No lo haré Hannie.-Me reto.- -¡Vete al maldito auto, ahora mismo Adriana!-Vi como mi hermana se encogió y salió corriendo a la salida.- -Max, tú sabías que Adriana es muy inocente. Creí que eras más que esto.-Pude notar que Ángel también estaba enojado.- -Eres un desgraciado...-Iba a darle otra bofetada pero Ángel me había sostenido de los hombros.- -Dejalo amor, fue suficiente.-Negué con la cabeza.- -Ya les dije que yo no la busque, nunca le dije nada, ella pudo haberse acostado con alguien más.-Eso fue suficiente como para que me soltará del agarre de Angel y volviera a golpear a Max. Esta vez mi puño dio en su nariz rompiéndola.- Max gimió de dolor por su nariz, cubriéndose con ambas manos, Agite mi mano y me di vuelta. -Sabrás de mis abogados.-Max salió corriendo. Pero a decir verdad me importó muy poco a donde iba.- Resople profundamente. Estaba demasiado alterada y enojada. -Hannie...-Escuche la voz de mi novio.- -Quiero estar sola, Por favor.- Pedí.- -No te dejaré sola.-Sentí como los brazos de Ángel me rodearon. Me transmitía calma y paz.- -Estoy muy enojada.-Susurre.- -Lo sé. Y con razones, pero no para que lleves esto a asuntos legales.-Dijo.-No digo que lo que hizo mi amigo estuvo bien pero fue con el consentimiento de Adriana.-Apreté los puños.- -La engaño, y sólo se aprovechó de ella.-Gruñí.- -Nunca pensé que Max fuera capaz de algo cómo eso, se supone ama a su novia. Pero yo no soy quien para juzgar.-Dijo.- -Angel de verdad, por favor quiero estar sola y pensar.-Él negó.- -No te dejaré sola aunque eso quieras. Todo lo que te involucré significa que también me afecta a mí también. Eres mi novia y no me iré.-Dijo serio.- -¿Por qué? .-Ángel hizo que quedará frente a él. Sonrío y dejo un beso en mis labios.- -Te amo...
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