-¿Conocer a tu familia?-Ángel asintió.-¿Yo, tu, tú y yo?-Ángel sonrió. Parece que le hacía gracia todo esto.-
-Amor tranquila.-Dijo.-Sé que le agradarás a mi familia.-Me animó.-
-¿Y sí no les agrado?.-Me encogí de hombros.-
-Les caerás bien ya lo verás Hannie.-Ángel se acercó a mí y me dejó un beso en mi frente.-Me gustaste y me gustas a mí. verás que te adorarán tanto cómo yo lo hago.-Suspire. Ángel sabía como calmarme.-
-Si...quizás tienes razón, no debería preocuparme pero...-Mordí mi labio. ¿y sí no les agradaba?, temía que no fuera suficiente para la madre de Ángel pues por experiencia propia sabía que las madres tenían mucha influencia en la vida de sus hijos. Cabía la posibilidad de que no les agradará.-
-¿Pero?.-Insistió Angel.-
-No estoy segura, lo siento.-Las preocupaciones llegaron nuevamente.-
Ángel suspiró y maldigo mentalmente. Tenía miedo de que quizás a ellos no les agradará, existía la posibilidad de que Ángel y yo quisiéramos dar un gran paso juntos como casarnos.
Dios Hannie ¿en qué estás pensando?. No llevas ni dos semanas de novia de Angel y ya piensas en una boda.
-Estaré contigo pase lo que pase Hannie. Fue mi decisión que fueras mi novia y sí a mi familia no le agrada la idea lo cual dudo, eso no me impedirá seguir contigo.-Angel me rodeo con sus brazos mientras a la vez dejaba un beso en mi frente.-
Bueno pensándolo bien no era tan malo pensar en una boda después de todo.
(...)
-¿Preparada?-Angel sujeto mi mano y no evite apretar.-
-Si estoy lista.-Dije tratando de no desmayarme ahora mismo.-
-Verás que les agradas, la señora Brooks es muy amable y simpática.-Ánimo Max. Porque sí. Max, Adriana y Luam estaban con nosotros.-
En primer lugar porque no quería dejar solas a Luam y Adriana. No importa que Max y la nana de Angel estuvieran con ellas. Mi hermana e hija eran mi responsabilidad. Además de que no me hacía mucha ilusión dejar a Adriana y a Max. No es que tuviera nada en contra de él pero algo raro sucedía.
-Max tiene razón hermana.seguro te amaran desde que te vean.-Sonrió Adriana.-
-¿Cómo está Luam?-Pregunté un tanto nerviosa.-
-Está dormida, descuida amor. Ya verás que todo saldrá bien lo sé.-Me encogí de hombros.-
-Está bien puedo con esto.-Suspire.-
Los cuatro bajamos del auto. Adriana llevaba a Luam en su coche por lo que de que mi bebé estaba cómoda si estaba.
La propiedad en donde estábamos era hermosa y a la vez grande. No me sorprendía puesto que es similar a la casa de mi padre. Una mansión pero esta es mas pequeña y tenía un ambiente cálido y hogareño.
Juraba el camino hasta la puerta se acortó. Llegamos a la puerta, Ángel tocó el timbre y la voz de una señora se escuchó.
"Residencia Garcia. ¿Quién es?"
-Por favor dígale a mi madre que soy su hijo Ángel. Acabo de llegar con mi novia.-Ángel tenía una hermosa sonrisa en el rostro.-
"Joven Ángel. Enseguida. "
La puerta sé abrió enseguida. El olor de la canela invadió mis fosas nasales. Los nervios se apoderaron de mí por completo. Me preguntaba ¿Ángel se sentiría mal sí yo saliera corriendo?, muy vergonzoso lo sé. Pero no era capaz de pensar con claridad cuando los nervios estaban atacando.
-Tranquila.-Mi novio apretó un poco mi mano. Caminábamos por el pasillo. Ese mostraba fotos y fotos tanto de bebés como de personas mayores y familias. Creo de las generaciones pasadas o algo así, también diplomas.-
Ángel me dio una mirada tranquila.
Aún así él me transmitía tranquilidad.
Bien Hannie no debes de temer, tu novio ya dijo que si su familia no te quería él no te iba a dejar por nada del mundo.
Pero rogaba que la madre de Ángel no fuera cómo esas suegras de las telenovelas. Siempre la típica bruja que hacía hasta lo imposible por separar a su hijo de la protagonista. Pero vamos esto era la vida real. Esas cosas de las telenovelas no sucedían en la vida real.
¿Verdad?.
-¡Ángel!-Se escuchó la voz de un chico.-
-Hermano ya era hora de que hicieran acto de presencia.-Exactamente dos chicos aparecieron delante de nosotros.-
Me quedé con la boca abierta. Parecía que ser guapo venía de familia. Los que no tenía dudas eran hermanos de Ángel, se acercaron a él y lo abrazaron. A Max también lo saludaron y abrazaron al terminar su saludo ellos fijaron la vista en Adriana y en mí.
-¿Quienes son la señoritas?-Preguntó uno de los hermanos de Angel.-
-Gregorio, Eliot. Ella es Hannie Miller.-Angel me atrajo hacia él y me presentó a sus hermanos.-
-Un gusto conocerlos.-Sonreí un poco tímida. Ellos se me quedaron viendo un poco. Luego asintieron.-
-Gregorio gusto en conocerte Hannie.-El así llamado Gregorio tenía ojos azules como Ángel. Cabello n***o, no dudaba que tenia algunos 29 años.-
-Eliot igualmente.-Eliot era más joven sin duda. Seguramente 19 o 20 años. Su cabello a diferencia de Angel y Gregorio era marrón y sus ojos eran verdes. Los tres eran guapos y altos.-
-Ella es Adriana Miller hermana menor de Hannie.-Mi hermana se había presentado también.-
-Hannie tienes que contarnos que le viste a nuestro hermano mayor.-Río Eliot.-Con todo respeto eres hermosa tanto como tu hermana.-Mire de reojo a Adriana quien se sonrojo.-
-Muchas gracias.-Dije.-
-¿Y quién es esta pequeña hermosura?-Preguntó Gregorio.-
-Ella es Luam. Mi hija.-Los hermanos de mi novio asintieron. Mas no dijeron nada. Supongo que debían estar confundidos.-
-Luego les explicaremos todo.-Había dicho Ángel.-Ahora ¿Dónde están nuestros padres?.-Mi corazón golpeó fuerte mi pecho.-
-Hijo...-Una voz femenina llamó nuestra atención. Una señora de cabellos marrones como Eliot y unos verdes estaba parada frente a nosotros. A su lado un señor de cabellos canosos pero de físico bien cuidado. Se notaba que tenía ojos azules como los de Ángel y Gregorio.-
Ángel sonrió y me dedico una mirada rápida a la cual asentí. Mi novio abrazó a sus padres quienes con sonrisas lo recibieron. Ver esa escena me hizo sentirme algo nostálgica. Me recordaba a cuando yo asistía a la universidad, los fines de semana visitaba a mis padres por mi horario de clases. Al visitarlos así me recibían con besos, abrazos, y mimos.
Eso es parte del pasado.
-Hijo ¿quienes son las señoritas que han llegado contigo?-Salí de mis pensamientos para prestar atención.-
-Claro. Mamá, papá ellas son Hannie y Adriana Miller.-Sus padres sonrieron.-
-Mucho gusto, yo soy Adriana.-Se presentó mi hermana.-
-Hannie, un gusto poder conocerlos.-Dije.-
-Oh ¿Tu eres la novia de nuestro hijo?-El padre de Ángel preguntó. Asentí.-Martín García.-Se presentó.-
-Eres hermosa Hannie, no dudo como mi hijo gustara de ti al verte.-Estaba nerviosa de como pensaran los padres de mi novio de mi. Pero viendo que han reaccionado bien me alivia en grande.-
-Muchas gracias señora...-No sabía su nombre.-
-Esperanza.-Asentí.-El gusto es mío, tienen que contarme cómo y cuándo se conocieron.-Sonrió.-
-Por supuesto.-Ángel me rodeó los hombros. Tal parece que él también estaba nervioso.-
-Bueno vamos no se queden ahí parados, tomemos asiento en la sala. Tienen algunas cosas que contar.-El padre de Ángel era encantador sus hermanos también.-
Todos estábamos dispuestos a ir pero nos detuvimos al escuchar el llanto de Luam quien sé había despertado.
-Bueno creo que no solo serán algunas cosas.-Dijo Eliot.-
Los padres de mi novio asintieron aún sin despegar la mirada de Luam. Me acerqué a mi bebé para que dejara de llorar, como ya se me hacía costumbre Luam sólo necesitó recargar su cabecita en mi pecho para quedar tranquila nuevamente.
-Hijo tienen muchas cosas que contarnos.-Ángel asintió ante las palabras de su madre.-
-Así será, mamá.-Respondió mi novio, quien a su vez me dedicó una mirada.-
Bien Hannie, es hora de contarles la verdad.