Capítulo 2.

2949 Words
-¡Hannie sal en éste instante! -¿¡Que forma es ésa de comportarse con Channel!? -¡Hannie no me hagas abrir la puerta, sal ahora mismo! -Hannie... -Hija... -Lo siento...yo no debí haberte pegado pero es que estaba tan molesto qué... -Eso no lo justifica... -Actúe mal lo sé... -Por favor... -Hannie... -Perdóname.... Me relajé por completo cuándo los toquidos y la voz de mi padre cesaron. Estaba sentada en mi cama observando la puerta casi sin pestañear, No era rencorosa pero esto nunca había sucedido. Es normal que los padres le griten a sus hijos, incluso los castiguen pero no tienen derecho alguno a pegarle, y siendo mayor de edad se consideraría un delito. Toqué mi mejilla gemía de dolor puesto qué aún seguía doliendo mucho. Suspire y me levanté para caminar a mi baño lo mejor sería buscar algo para el dolor, esperaba y no se hiciera un moretón en mi mejilla. Una vez listo todo miré por la ventana donde los invitados de la noche se iban y ¿Cómo no hacerlo con el espectáculo que tuvieron? Por otro lado agradecería enormemente que Adriana no estuviera aquí y había decidió ir a pasar la noche con su amiga. Al menos no quería que mi hermana se enterara de que su madre es una posible asesina. Mis pensamientos se disiparon cuando escuché los toques de la puerta nuevamente. No respondí pues sí era mi padre de ser por mi se quedaría parado ahí toda la vida. -Hannie...-Esa era la voz de Gloria.-Hannie ¿estás ahí?-Me levanté de mi cama y caminé hasta la puerta, quité el seguro. Abrí la puerta viendo el rostro preocupado de Gloria.-Santo dios...-Su mano llego a mi mejilla.- -Sanará pronto.-Susurre.-Pasa.-dije.- -Hannie...eso qué hizo tu padre fue pasarse de la raya.-Dijo.-¿pegarte? pensé qué era más hombre.-Asentí a sus palabras.- -No me arrepiento de nada, tiene qué saber que esa mujer es malvada gloria.-Gruñí.- -El supuesto amor lo tiene cegado...y tu padre es un hombre qué cumple al saber el embarazo de ésa mujer no tuvo más opción que casarse.-Dijo.- -Pero no me cabe la duda qué ésa mujer le lavó el cerebro antes de la muerte de mi madre.-Gloria asintió.-Aun así no tenemos pruebas.-Dije.- -Seguramente tiene que haber algo.-Hablo Gloria.-un amante, lo que sea. Esa mujer tiene que tener un pasado.-Asentí.- -Me encargaré de eso...el tiempo es lo que me sobra.-dije.- Gloria no dijo nada, estaba tan sumida en mis pensamientos de como hacer pagar a esa bruja todo lo qué a echo. Pero me preguntó ¿por qué no la denunció? la respuesta es fácil: Adriana. La única razón del por qué Chanel no está en la cárcel es Adriana, no quiero que me odie por alejarla de su madre, sin embargó la muerte de mi madre no puede quedar impune. No sé cuándo esa mujer está a punto de sacarme de mis casillas. -Hannie.-Volteo a ver a mi amiga.- -¿Qué sucede?, por dios ni siquiera me había dado cuenta de lo tarde qué es. tienes que ir a tu casa.-Me levanté.- -No es eso, descuida.-Dijo.-Quería preguntarte algo importante.- asentí.- -Pregunta lo que quieras.-Dije.- -¿Haz considerado la idea de mudarte?-Mudarme. esa no era una mala idea, poder estar libre y no ver el horrendo rostro de Chanel por las mañanas.- -No es mala idea... (...) La mañana del día siguiente estaba decidida a buscar un departamento. No tenía por qué seguir metida en está casa, ya era lo suficientemente mayor cómo para estar bajo el techo de mi padre. Era auto suficiente y trabajaba, quizás no me había ido ya que no tenía tiempo y ésas cosas. Pero ahora era diferente. Terminé de verme en el espejo, adoraba cómo me quedaban las vestimentas para el trabajo, una falda de tubo hasta las rodillas color crema, una delicada blusa blanca y una chaqueta fina la cuál era del mismo color qué la falda. Unos tacones blanco, un poco de maquillaje de más en mi mejilla, mi cabello suelto hasta la espalda. No entendía. tenía bonita figura y rostro bonito, no es qué fuese una super modelo pero no estaba mal. entonces ¿por qué seguía soltera? ¿por qué todas las citas que tenía terminaban en fracaso total?, cuándo pensaba que un hombre estaba a la altura y era lo suficientemente serió y adecuado para mi algo se presentaba. "Por el momento no estoy buscando relaciones serías." "No creó que podamos congeniar digo, mírate ¿Seré lo suficiente para darte la clase de vida a la qué estás acostumbrada?" "Juro que no la conozco...no es mi novia o algo por el estiló lo juro." "Me gustan las relaciones serías...pero no los niños, no es qué tenga nada en contra de ellos pero no me gustan." La última cita que había tenido fue la mayor desilusión de mi vida, yo si quiero tener hijos. en un futuro claro pero sí quería hijos. Aunque pensándolo bien no era necesario estar casada o estar en una relación para tener hijos, eran muchos los métodos que hoy en día existían para tener uno. Y si agregamos qué me gusta mi libertad también. Luego de vestirme me adelanté a bajar y tomar el desayuno. No tenía intención alguna de estar con mi padre o Chanel. -Hannie...-Esa voz me había sacado de mis pensamientos. levante la mirada para encontrarme con mi padre, Chanel y Adriana.- -Buenos días hermana.-Sonrió Adriana, igual le devolví la sonrisa.-¿Cómo estuvo la cena?-pregunto, ellos se sentaron.- -Bien...fue agradable.-Miró fijamente a mi padre.- -Por lo qué veo ya desayunaste.-Dijo Chanel. afirmé con un asentimiento de cabeza.-Y sin nosotros.-Dijo.- -Me apetecía hacerlo sola.- respondí levantándome.- -Hannie...-Mi padre frunció el ceño.- -Me tengo que ir al trabajo.-tome una servilleta y limpié mi boca.-hasta luego Adrí.-Bese la mejilla de mi hermana.- -Acompáñanos en el desayuno hija, no seas descortés.-Dijo mi padre.- -Tenemos cosas de las cuáles hablar, sobre todo de anoche.-Chanel tenía una mirada de burla.- -¿Que pasó anoche?-preguntó Adriana.- -Nada interesante, negocios.- Respondí.-No comprenderías Adri. Lo que tengamos que hablar será más tarde, como ya dije se me hace tarde.-Dije seria.- No esperé a que ninguno contestará cuándo ya estaba tomando caminó hacía afuera, me molestaba el comportamiento de Chanel el cuál era de total burla. Que disfrute mientras pueda cuando menos sé lo esperé estará en una celda donde debería estar. De caminó al trabajo estaba pensando seriamente en mudarme, luego de todo la idea no era tan mala, No importaba que mi padre y Chanel no estuvieran de acuerdo. Lo que me preocupaba era de cómo lo tomaría Adriana, ella era la más inocente de todos. Solo es una adolescente. -Señorita Miller hemos llegado.-Asiento a las palabras de mi chófer.- -Muchas gracias Fred.-Digo. Fred bajó y abrió la puerta del auto, le di las gracias nuevamente y me encaminé hasta la empresa. Esto era lo qué había logrado mi padre en sus años de juventud, muchos le decían que no triunfaría pero henos aquí. una empresa de relojes. En ése entonces cuándo nadie lo apoyaba solo estábamos mi madre y yo. Solo éramos los tres, felices. Pero tal parece que el destino quiso hacer de las suyas y Chanel apareció en la vida de mi padre, quitando del camino a mi madre. Negué con la cabeza, no era momento ni lugar para pensar en cosas como ésas, por el momento buscaría departamento uno qué me gustará lo suficiente y sea cómodo más que nada. Definitivamente era una buena idea. (...) -Señorita Miller aquí le traigo los papeles que...¿se encuentra bien?-Levanté la cabeza para ver a Nick.- -Claro que lo estoy...-Respondí.-¿por qué preguntas?-Nick caminó hasta mi escritorio.- -No tiene muy buena cara señorita.-Respondió.-¿durmió bien? ¿paso algo con los señores?-Asentí.- -Dime Nick ¿conoces a alguien que esté en los bienes raíces o algo así?-Pregunté.- -No me diga qué piensa mudarse.-Fruncí un poco el ceño.-Lo siento señorita.-Se disculpó y negué.- -Descuida. por favor responde.-Insistí.- -El amigo de mi amigo trabaja en bienes raíces señorita.-dijo.-puede conseguirle las casas más bonitas.-Asentí.- -Por el momento nada de casas, solo departamentos y eso de mudarme es solo una idea.-Dije.- -Debería salir corriendo de esa casa.-Nick frunció el ceño.-Con su "señora madrastra" ahí es imposible estar cómodo o en paz.-Reí un poco. digamos que la mayor parte de los empleados ya estaban enterados sobre la actitud de Chanel.- -Tienes razón.-Sonreí.-Si sabes algo no dudes en llamarme.-dije.- -Por supuesto señorita.-Nick me devolvió la sonrisa.-Le dejaré esto por aquí.-Asentí.- Nick ya se había retirado de mi oficina. Lo que me dio el tiempo suficiente para revisar nuevos modelos de relojes, todos me gustaban y esperaba que a la gente también. A veces desearía que mi padre estuviera más a menudo en la empresa y sé dedicará a esto. Tendría más tiempo para mi misma, tendría más tiempo para conocer personas y salir de mi burbuja. No era nada divertido ir a reuniones donde solo había gente sería y empresarios que me miraban con desdén por ser mujer. los comentarios hacía mi persona y la de mi padre no me afectan. Yo ya sabía cómo manejar estas cosas. Pero no evitaba sentirme un poco mal con cada comentario y que me vieran cómo un objetó para sus hijos casarse y tener una fortuna. Exactamente lo qué hacen los Blair. "Señorita Miller, el señor Blair está aquí...¿quiere que le haga pasar?" Suspire con frustración. esto no podía estar pasando ahora. -Creí qué pasaría por aquí en unos días.-Gruñí.- "Tal parece que tiene mucho apuró por hablar con usted señorita." Al mal paso es mejor darle prisa. -Haz le pasar Nick...-Dije.- "Enseguida señorita." La puerta de mi oficina se abrió inmediatamente dejando ver al señor Blair. Igual qué con su hijo a primera vista parecería agradable. No es qué no lo sea pero cuándo algo sé le mete en la cabeza nadie puede hacer qué se olvide de ello. Estoy pensando seriamente en que viene de familia. -Señor Blair.-me levanté de mi asiento.- -Hannie hace tanto que nos conocemos, dejemos las formalidades y llámame James.-Asentí un poco.-Quería hablar contigo Hannie.-dijo.- -Intuyó que tiene preguntas debido al escándalo del de anoche.-levante una ceja.- -Un poco sí.-Respondió.-pero bueno no me meteré en asuntos familiares, sólo vengo a hablarte de lo qué ya sabes.-Suspiré.-Mi hijo es un gran partido.-Asentí.- -Lo sé.-respondí.-pero no creó necesario el tener que casarnos para hacer de las empresas socios.-dije seria.- -Créeme que sí qué lo es.-Torcí la boca.-Un contrató no es tan válido, en cualquier momento se puede romper y las cosas quedarían en el olvido. pero sí te casas con mi hijo ambas empresas tocarían partes iguales también la familia.-La mirada del señor Blair era penetrante.- -No estoy de acuerdo, lo siento.-Dije.- -Hannie...sabes qué mi hijo y yo insistiremos hasta el final. Con todo respeto no creó que otro hombre pueda darte lo que mi hijo.-Fruncí el ceño.- -¿Disculpe?-Me crucé de brazos.- -Quiero decir que con sólo mirarte no cualquier hombre es capaz de mantener el estiló de vida que llevas.-Buffet.- -Puedo aclararle señor Blair que no soy de muchos lujos aunque mi familia diga lo contrarió. Le pido que no insista en el tema.-El señor Blair negó.- -Mi hijo de verdad te ama.-Podía jurar que casi me atragantaba con mi propia saliva.-El interés que ha puesto en ti es impresionante Hannie, cuando le dijimos que dejará de insistir contigo no sé dio por vencido. y tampoco creó que lo haga ahora que lo has notado.-Dijo.- Tuve que respirar profundamente para no perder la cabeza. Connor no me ama, está encaprichado con la tonta idea de casarnos. y sí lo hacemos ¿luego qué? ¿se aburrirá?. Era lo más posible, luego de todo solo me quiere porque no puede tenerme. -Con todo respeto James.-el asintió.-su hijo puede conseguir a la mujer que quiera, es guapo sí lo admito pero no quiero de pareja a alguien a que no amo.-dije.- El señor Blair no respondió. solo me observó y luego se levantó. -Recuerda esto Hannie, un Blair nunca se rinde y cuándo menos lo pienses será la esposa de mi hijo.-Con eso se había marchado de mi oficina.- Los Blair serían un obstáculo difícil de atravesar. (...) -¿Cómo es que quieres mudarte Hannie?,¿qué clase de broma es está?-Y estaba pasando lo que ya sabía. Ni Chanel, ni mi padre tomaron bien mi decisión.- -Solo quiere hacerte pasar un mal rato cariño no le hagas caso.-Dijo Chanel.- -No es una broma.-Respondí.-lo estaba pensando hace un buen tiempo...últimamente las cosas en está casa están lo bastante tensas y sin mi estando aquí sería mejor.- Respondí.- -¿Y cuándo pensabas decírmelo eh? ¿cuando ya estuvieras en tu nueva casa?.-El rostro de mi padre estaba tenso.-me niego, no lo permitiré.-Dijo.- -Creo qué ya soy lo suficiente mayor como para tomar mis propias decisiones padre.-dije levantándome.- -Hannie siéntate.-Gruñó mi padre.-esta conversación aún no termina.-Dijo. me senté nuevamente.- -Esto que estás haciendo no es justo Hannie, para nosotros que te lo hemos dado todo.-Gruñí.- -Mi padre me ha dado lo que por derecho me correspondía. por tu parte Chanel desconozco ése "todo" que me has dado.-Ataque.- -¿No piensas en tu hermana acaso? ¿cómo crées que le afectará el que su hermana mayor se vaya?-contraatacó.- -No creas qué me alegra dejar a mi hermana a un lado Channel.-Dije.-solo por ella no han sucedido las cosas que tendrían que pasar.-Gruñí.- -Hannie no empieces.-Habló mi padre.-Chanel por favor retírate, quiero hablar a solas con Hannie.-dijo.- -¿Qué?-Channel frunció el ceño. por otro lado la miraba con burla.- -Haz lo.-Ordenó mi padre.- -Claro.-dijo. Chanel no se fue sin antes besar a mi padre de manera apasionada. rodé los ojos.- «Zorra.» Una vez solos mi padre suspiró. En su mirada había súplica. -Hija...sé que he actuado mal pero no puedes irte...Eres mi hija mayor, mi tesoro. te necesitó a mi lado.-Dijo.- -Ya tienes a alguien con quién apoyarte papá.-respondí.- -Primero tu madre y ahora tú...las mujeres qué más ame en mi vida me están abandonando.-Dijo. Tensé la mandíbula.- -Te suplicó no hagas eso...No intentes hacer que cambie de idea, simplemente ya no soportó a Channel.-Gruñí.- -No puedo dejarla solo por qué a ti no te parezca hija, necesito a una mujer en todo en el sentido de la palabra, tanto física cómo emocionalmente.-Dijo.- -Entonces no esperes que cambié de idea papá...estaré bien, ya soy mayor puedo sola.-Dije.-ademas no es como sí me fuera para toda la vida.-Mi padre caminó hasta donde yo estaba.- -Pero nos harás mucha falta, no solo a mi sino que también a Adriána. y aunque Chanel no lo admita también te echará de menos.-Rodé los ojos.- «Si muero ella bailará sobre mi tumba.» -Claro que lo hará.-respondí sarcástica.- -Hija...-Suplico.- -Lo pensaré...-susurre.-pensaré en sí quedarme pero no te prometo nada papá.-Él asintió.- -Eso es suficiente para mantenerme feliz.-Sonrió.-¿todo está bien entre nosotros?-Preguntó.- -Por supuesto.-Dije con un poco de duda.- -Bien...te veré más tarde mi niña.-Mi padre me había abrazado. Respondí a su abrazo.- -Pronto se organizará una fiesta y habrá muchos jóvenes solteros.-el calor subió a mis mejillas.- -¡Papá!-Chille.- -¿Qué? no quieres casarte con Connor ¿verdad?-Hice una mueca.- -Por supuesto que no.-Respondí.- -Entonces será la ocasión perfecta para presentarte y qué conozcas a tu futuro esposo.-sonrió.- -¿Que éstas diciendo?-fruncí el Ceño.- -Nada.-Respondió con una sonrisa.-me retiró.-Asentí.- Mala señal... Si pensaba que la dichosa fiesta sería tranquila estaba equivocada, o al menos parte de ella. Desdé qué estábamos de caminó mi padre y Chanel no dejaban de insistir en que debería poner el ojo en algún hombre que fuera "de mi altura" según Chanel. Mi padre y Chanel iban tomados de las manos. Había muchas personas en el salón. Luces amarillas, grandes ventanales y camareros de aquí para allá. sin contar al sin número de personas entre su mayoría hombres de avanzada edad con sus esposas. Había notado qué mi padre fue a hablar con más hombres. ellos le sonreían y saludaban, entré ellos se podían divisar uno qué otro hombre joven. Todos amigos cercanos de mi padre. -Yo que tu aprovechó para buscar a un hombre rico.-La desagradable voz de Chanel resonó en mi cabeza.- -No soy cómo otras que sólo buscan dinero.-Respondí en un susurró.- -Por favor querida ¿buscas amor? los hombres sólo te quieren en su cama y nada más, sin contar el buen dinero claro.-Gruñí.- -No todos son iguales Chanel.-sisee.-Aun existen hombres con buenos sentimientos.-ella río.- -Creeme qué todos buscan lo mismo. solo mira a tu padre, a la primera me echó el ojo y no dudo en meterse en mi cama aún estando con tu madre.-Mi corazón martilleo fuerte.- -Eres... -¡Hannie hija ven aquí!-Antes de poner a Chanel en su lugar, mi padre había llamado.- «Siempre tan inoportuno.» Forcé una sonrisa y me acerqué a donde se encontraba mi padre. las miradas inmediatamente se posaron en mi. -Ella es Hannie Miller mi hija mayor.-Me presentó mi padre.- -Mucho gusto.-respondí.- -La tenías bien escondida ¿no Miller?-Río un hombre de baja estatura.- -Es hermosa sin duda.-Comentó otro.- -Una joya de mujer sin duda. ¿seguro qué es tu hija?-Más preguntas y comentarios cómo ésos estaban presentes.- -Claro que lo es.-Respondió mi padre.-Hannie es sin duda una gran mujer.-Dijo.- -Papá...-Mi rostro ardía por la vergüenza.- -Otra cosa es qué está soltera y busca marido. ¿algún interesado?-Había volteado la cabeza cómo la niña del exorcista.- Todos los hombres jóvenes habían avanzado hacía a mi cómo locos, con un montón de preguntas y propuestas. Tierra trágame y escupeme lejos de aquí. Esto no podía estar pasando.
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