Capítulo 4

1791 Words
  Es sábado y como es costumbre toda la familia vamos a la iglesia, mamá discute con Ximena obligándola a ponerse vestido, mi hermana es fan de los pantalones aguados y camisas amplias, en el 2015 sigue siendo muy recatada, nunca se casó y no sé porque. Tengo puesto un vestido blanco con un suéter color crema, mi cabello lo he amarrado en una coleta. Es un poco anticuado vestirme así, en este año las muchachas usan blusas de tirantes y brillantes, pero mamá no me permite vestirme así y menos para ir a la iglesia. Siempre ha trato de manipularnos a mi hermana y a mí, así como lo hace con papá, por eso siempre discutíamos, aun en el 2015 seguía siendo dramática y un poco insoportable. Cuando me fui a vivir con Ulises pegó el grito en el cielo, pero en esa época ya era mayor de edad y no le hice caso, estuvo enfadada por varios meses, pero al final cuando Ulises me propuso matrimonio, brinco de felicidad. Estamos sentados en la iglesia mientras el padre da la misa, Ulises y su familia también están aquí, lo miro en las bancas de a lado, sonrío y él sonríe también, mi madre me mira y me da un codazo, ruedo los ojos irritada y ella me fulmina con la mirada. Necesito encontrar algún momento para poder ir al parque y buscar a la gitana que me leyó la mano ayer. La misa termina y salimos de la iglesia, los papás de Ulises platican con los míos mientras él y yo nos miramos secretamente, pensar que lo puedo perder hace que enloquezca, debo encontrar respuestas, y esa gitana me va a ayudar a saber lo que necesito. – Nos vemos en la tarde para la partida de dómino – dice el padre de Ulises al mío, mi padre asiente y se estrechan la mano, Ulises se acerca a mí y sonrío – Voy a trabajar con Charly, pero paso a tu casa en la noche –dice y asiento, le doy un pequeño beso en la mejilla y él sonríe. Se alejan y miro a mis papás entrar al auto, es ahora o nunca, debo ir al parque a como dé lugar – ¿Papá puedo ir a la casa de Clau?, me ha dicho que me quiere mostrar el mp3 que sus papás le compraron – digo y papá sonríe con cariño – Claro, solo no llegues muy tarde a casa – dice papá y asiento – Por favor Viviana, te quiero temprano para que hagas tus deberes – dice mi madre ya sentada en el auto, asiento y sonrío, miro a Ximena en el asiento trasero con sus audífonos puestos, mi padre arranca el motor y me despido con la mano, se alejan y suspiro, manos a la obra, debo encontrar a esa gitana. Camino por las calles y llego al parque, la busco con la mirada pero no la encuentro por ninguna parte, ¿dónde se habrá metido?, nunca antes la había visto, hace 10 años jamás me la encontré y mucho menos me leyó la mano, o tal vez no puse atención, nunca creí en esas cosas y seguramente por eso no me di cuenta la primea vez que pase. De pronto la miro, está diciéndole a una pareja que les va a leer la mano, la pareja niega y se alejan, ella alza su mirada y me mira, me acerco con rapidez y llego hasta ella – Hola – digo con el pulso acelerado, ella me sigue mirando y yo cada segundo me pongo más nerviosa – Sabía que regresarías –dice convencida, esta mujer sabe mucho y debo averiguarlo – Ayer dijo que yo no era de esta época y que mi futuro se estaba rescribiendo, ¿a qué se refiere? – digo y ella se acerca a mí secretamente – No podemos hablar de eso aquí, vamos –dice y camina, la sigo aunque no tengo idea donde, pero debo saber que está pasando. Llegamos a una casa alejada, entramos y escucho la madera vieja rechinar al pasar, miro la casa por dentro, hay varios altares y velas encendidas, es un poco escalofriante y tengo miedo pero no puedo echarme para atrás. Se sienta frente a una mesa decorada con velas, me hace señas para que me siente frente a ella, lo hago un poco temerosa, me mira fijamente, es una mujer como de unos 40 años, su cabello es n***o azabache y sus ojos marrones. – ¿Qué quieres saber? – dice y la miro fijamente – ¿Cómo sabe que no soy de esta época? – digo y ella sonríe – Entonces es verdad –dice y asiento, sí que lo es, yo tengo 27 no 17 – Cuando vi las líneas de tu mano lo supe, yo tengo el don de ver el pasado y el futuro, la mayoría piensa que soy una farsante pero ellos no saben que puedo decirles su futuro – dice y la miro atenta, yo siempre fui escéptica, pensaba que eran charlatanes que robaban el dinero de las personas mintiéndoles sobre su futuro, pero al parecer es verdad y si hay gente que puede ver lo que pasara – Yo tengo 27, vengo del 2015, estaba con mi prometido, y tuvimos un accidente, él, él murió – digo con lágrimas en los ojos, ella me mira fijamente pero no dice nada – Yo me puse como loca, me sedaron y cuando desperté estaba en casa de mis papás con 17 años – digo y la gitana asiente – Si, tu aura es mayor de lo que tu cuerpo es, la verdad es que nunca había visto a alguien del futuro, algo muy poderoso tuvo que traerte hasta aquí – dice y arrugo el ceño, ¿quién pudo hacerlo y porque? – ¿Porque dijiste que mi futuro se está reescribiendo? –digo mirándola fijamente – Porque así es, no lo veo claro, algunas cosas se están borrando, pero algunas otras siguen su rumbo– dice y mi corazón se detiene, sabiendo que Ulises puede morir – ¿Dime como hago para que no muera? –digo con rapidez y ella niega – Es muy peligroso cambiar las cosas, no sabes que puedes alterar –dice pero no me importa, hare lo que sea por salvarlo – ¿Quién me trajo aquí y para qué? – digo exaltada, ¿qué diablos está pasando?, si no puedo salvarlo para que demonios volví – Tengo la sospecha, es algo muy poderoso, solo los ángeles son capaces de manipular las líneas de tiempos –dice y la miro atónita, ¿ángeles? – ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿los ángeles existen? –digo aturdida y ella asiente – Hace siglos que nadie ve uno, hay algunas personas que los estudian, y con mucha concentración pueden sentir su presencia, pero no verlos, si de verdad fue un ángel, entonces lo hizo por algo –dice mientras estoy en shock – ¿Cómo puedo saberlo, como puedo hablar con ese ángel? –digo y ella me mira – No puedes, debes tener preparación para sentirlo, y no creo que puedas hablar con él y menos verlo –dice y entro en pánico – Por favor ¿dígame cómo?, debo intentarlo – digo con desesperación, si de verdad fue un ángel el que me trajo al 2005 debo preguntarle porque – Escucha, tienes que tranquilizarte, si quieres sentirlo debes tener mucha concentración, deberás acostarte en tu cama a las 12 en punto, cierras los ojos y piensas en él, tienes que controlar tu respiración, y mantenerte tranquila, pero te repito, no es fácil y requiere mucha concentración – dice y asiento, hare lo que sea por hablar con ese ángel. – Gracias- digo con agradecimiento y ella asiente – Ten cuidado Viviana – dice y la miro con el ceño fruncido, nunca le dije mi nombre – ¿Como, como sabe mi nombre?–digo y ella sonríe – Las auras tienen los nombres de sus dueños, yo soy Yumara – dice, me levanto y le entrego unos billetes, los toma y sonríe agradecida – ¿Puedo venir después? – digo y ella asiente. Salgo de ahí con la cabeza hecha bolas, ¿cómo es posible que los ángeles existan, y porque uno me trajo al 2005?, esto es muy confuso. Llego a casa y miro a papá con un puro en la boca, mi madre lee mientras mi nana limpia la casa, me acerco a papá y le doy un beso en la mejilla – Hola –digo y él me mira con cariño – ¿Cómo te fue? – pregunta mi papá – Bien – digo, mi nana me mira y sonríe con cariño, le regreso la sonrisa y me adelanto a las escaleras – Voy a hacer mis deberes –digo y mi padre  asiente, subo las escaleras y me encierro en mi cuarto, no entiendo nada, si lo que dijo Yumara es verdad, debo contactar al ángel que me mandó a este año, necesito saber si puedo salvar a Ulises. Enciendo la computadora que papá me regaló y escribo en el buscador la palabra “ángeles”, aparecen cientos de resultados, supuestamente todos tenemos un ángel de la guarda, o eso es lo que dicen la mayoría de las lecturas. Hay una que llama mi atención, “como saber el nombre de mi ángel de la guarda”, no tengo idea si fue mi ángel de la guarda el que me trajo a este año, pero vale la pena inténtalo, doy clic en el link y  aparecen las instrucciones. Dice que tengo que introducir el día y mes de mi nacimiento, busco 21 de septiembre y aparece el nombre de Aniel, supuestamente ese el nombre de mi ángel de la guarda. Sigo buscando información sobre el supuesto ángel de mi guarda, no me he dado cuenta que ha obscurecido, escucho el silbido de Ulises y sonrío, apago la computadora y bajo corriendo las escaleras, ignoro a todos los de la sala y abro la puerta para mirar al hombre que amo recargado en su moto. Me aviento a sus brazos y lo beso con frenetismo, sonríe mientras lo sigo llenando de besos, lo amo tanto y hare lo que sea para salvarlo. Escucho como mi madre carraspea y me alejo de Ulises, él se ha puesto serio, miro a mi madre en la puerta con los brazos cruzados y ruedo los ojos irritada – Buenas noches Señora – dice Ulises con amabilidad, mi madre me mira fríamente y asiente – Buenas noches Ulises, pasa a la casa –dice mi madre y niego – No mamá, ¿puedo ir con Ulises al parque? –digo y mi madre niega – No Viviana, ya es noche, pasen a la casa – dice mi madre con enojo, vuelvo a rodar los ojos, por esto es que me fui de la casa, porque no la soportaba
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