Natalia Abro mis ojos lentamente mirando el techo blanco, miro incomodamente hacia los lados pero no hay nadie a la vista Miro la luz solar brillar con intensidad, lo que me indica que es de mañana, los recuerdos de lo sucedido vienen a mi cabeza haciendo que me sobresalte y que el dolor me llegue de repente instintivamente toco mi vientre con preocupación Mi bebé ¿Será posible que lo haya perdido por culpa de esa loca? Una enfermera entra y me mira -Ooh, despertaste, tu esposo paso contigo todo el día y toda la noche, dijo que enviaría a alguien para cuidar de ti- dice ella Ignoro totalmente lo que dijo pues mi única preocupación es mi hijo -¿Y mi bebé?- pregunto con miedo a escuchar su respuesta -Su bebé esta bien, se salvo de milagro, logramos detener el sangrado y por ahora