Julia Estoy quieta no me sentí cómoda, por eso no tiene por qué darme culpa además son cosas inmorales no voy con eso, aun cuando Matilde sea tan dura conmigo, ese sufrimiento no se lo deseo, tal vez cuando aparezca Lorena y sea tan confianzuda ya su recelo contra mi va ir bajando, camino hacia el arbolito que todavía está Mario y lo analizo desde lejos, está tranquilo, pero bastante pensativo. —¿Mario cuánto tiempo más has pensado esperar? Porque no diste ni la vuelta para buscar mi ayuda, que no se note que eres el jefe. —Lo quiero besar, porque me mantiene tan intimidada, los hombres robustos siempre me han gustado, pero con él presiento que ahora me encantan. —No te di el espacio Julia, espero que nada haya salido de ti porque esa chica si es tu mejor amiga, eso sería una situación