Sus rostros sí que se está enojando, sería una estúpida yo si le permito más cosas, las faltas ya las va tener que empezar a disminuir y todo por obligación, nada pasará si la destapó porque a los presentes no les agrada, si eso fuera así alguien saldría a su defensa, pero nadie lo hace. —Suéltame hijo, Mario ¿cómo es posible que alguien como tú de este apellido, traigas a una mujer tan desagradable? —Aquella mujer continúa humillándome y nada pasa. Ahora todo lo que pensábamos se perdió, solo tengo que seguir aparentando que todo está bien, sus palabras claro que me hacen sentir mal, y no la voy a ignorar le sacaré más la rabia todavía. —¡No mamá! ¡cálmate y admite que te pasas! —Él la deja que ella hable, aun cuando trata de aparentar que la está deteniendo. Puede suceder que Mario