Esperamos unos momentos antes de que Seth entre a toda prisa por la puerta. Debe haber podido sentir mis emociones a través del vínculo, porque se dirige directamente hacia mí, ignorando a mamá y a Sofía, y me abraza, apoyando su barbilla en mi cabeza.
—Todo va a estar bien —murmura en la parte superior de mi cabeza y ya no puedo contener las lágrimas.
—No puedo creer que haya hecho esto —susurro entre sollozos en su pecho.
—Fue un accidente, Molly —me dice Seth en voz baja—. Encontraremos al mejor médico y lo arreglaremos lo antes posible —continúa, mientras me acaricia suavemente la espalda mientras asiento contra su pecho.
Levanto la vista hacia mi mamá y me doy cuenta de que ella y Sofía nos han dejado solos en la habitación y de repente me siento agradecida de que solo seamos los
