Suena y huele como si nuestros padres hubieran venido juntos y abro mi puerta, confirmado mis pensamientos.
—Hola —digo tímidamente, nerviosa de que todos estén aquí. Todos se voltean para mirarme y la cara de Audrey se ilumina al verme.
—Molly, querida —dice caminando hacia mí para abrazarme y luego me sostiene a distancia de brazos—. ¡Te ves absolutamente increíble! ¿Es solo por tus zapatos, o has crecido? —me pregunta, mirándome detenidamente.
—Es ambas cosas —le digo con una risita—. Estoy un poco exagerada con mi vestuario porque nada realmente me queda bien. Tendré que hacerme algunos vestidos pronto.
—Tenemos un maravilloso equipo en el palacio —dice ella con una sonrisa y luego mira a mi mamá—. Podemos tomar sus medidas mañana y empezar a trabajar en ellos para que tengas un ar
