—Tus padres se dirigen hacia nosotros. —Probablemente deberíamos entrar para que puedas conocer a mis otros padres —digo, sorprendida de que mi papá haya durado tanto sin entrar. —¿Quieres que les diga que paren? —me pregunta, ayudándome a levantarme. Muerdo mi labio por un momento pensando. —No me importa si están aquí, pero deberíamos preguntarle a Benjamín antes de que lleguen a la frontera. Seth asiente mientras tomo su mano y caminamos hacia la puerta. —¿Estás listo? —le pregunto. Él respira hondo y me mira con una sonrisa que hace que mi corazón dé un salto. —No puede ir peor que cuando conocí a tu otro padre —No puedo evitar la risita que escapa. Toco la puerta dos veces y Lily la abre. —No necesitas llamar, Molly. Esta es tu casa. Siempre eres bienvenida. No estoy segura