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Después de un desayuno bastante tranquilo, todos nos dejan a Seth y a mí para pasar el día juntos mientras ellos planean la noche. —Albert te encontrará a las 6 pm en tu suite —me dice papá—. No estoy seguro de si sabe cómo llegar hasta la cueva más lejana, pero estoy seguro de que tú sí lo sabes. —Sí, lo sé —le digo a papá con una risita y él solo revuelve los ojos—. Estaré lista a las 6. Seth y yo nos encontramos solos y salimos al jardín. —¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando? —me pregunta. —Honestamente, muy pocas veces me encuentro sin trabajar —le digo encogiéndome de hombros—. Ya sea cocinar, planear, trabajar en el jardín o investigar. ¿Y tú? —No puedo recordar la última vez que tuve tiempo para mí mismo —dice con risa—. Mi padre ha sido inusualmente generoso al per