Prólogo
Inuyasha
Mi nombre es Inuyasha Taisho. Tengo 25 años de edad. Mi cabello es un color que todo el mundo lo encuentra extraño y no los culpo, tener el cabello plateado es nuevo. Mis ojos son color ámbar, casi dorados, soy un empresario muy exitoso.
Cuando tenía 20 años me enamoré perdidamente de una chica llamada Kikyo. Huimos juntos y de ese amor nació mi hija llamada Yui, es una niña encantadora. Su cabello largo es n***o, ojos de mismo color de los míos, algunas personas dicen que son dorados y otros que son ámbar, sus mejillas sonrojadas siempre, lo que la hacen ver realmente adorable. Cuando Yui nació todo era felicidad, éramos la familia de ensueño para muchas personas, pero hace un año, Kikyo salió hacia un viaje de trabajo, yo le dije que se quedara en casa ya que tenía un mal presentimiento, pero ella no quiso hacerme caso , el avión en donde iba tuvo un accidente quitándole la vida a mi mujer, llevándose una parte de mi con ella.
Kikyo siempre fue una mujer muy engreída, cruel y había veces que mala, pero con todo eso la quería y me dolió mucho su pérdida más al dejarme solo con una niña de 5 años.
—Mamá, ¿estás segura que es buena idea contratar una niñera para Yui? —Mi madre Izayoi tenía que viajar por asuntos de negocios con mi padre. Mi madre es quien cuida a mi hija cuando no estoy en casa, no me gusta dejar a mi hija en manos de alguna persona, simplemente no me gusta.
—Hijo, ya hable con ella, es la hija de Naomi, una de las trabajadoras de mi casa, nunca la conociste porque te marchaste con ... Kikyo — mi madre sabe que me dolía aunque haya pasado un año — y bueno su hija es una chica realmente encantadora, dale una oportunidad ¿si? —suspiro pesadamente, la realidad es que no confió la vida de mi hija en manos de nadie más que mi madre.
—Está bien, si eso te hace feliz — mi madre esboza una sonrisa radiante antes de abrazarme.
—Gracias hijo, no te vas a arrepentir de ella — me dice feliz, y yo solo espero que así sea.