Kagome Inuyasha me lleva hasta su habitación como si de una princesa se tratara. Su mirada no se ha apartado de mi ni un momento, eso me hace sentir nerviosa, pero también es algo que me gusta. El cómo me hace sentir, de una manera tan indescriptible, él es cómo el príncipe que de niña soñaba. Con cada palabra y acción que hace se gana un pedacito más de mi corazón. Le sonrío a pesar de lo nerviosa que me encuentro en sus brazos. Él es más que perfecto, es todo lo que cualquier mujer quiere. Hay veces que el miedo a que sea todo esto un sueño me ataca, tengo miedo de todos mis sentimientos hacia Inuyasha. Me pregunto si me enamoré de él de una manera muy rápida, tengo miedo de que estemos corriendo muy de prisa y esto termine mal, si ese fuera el caso me sentiría horrible. Inuyasha me de