No pude seguir ignorando la discusión que mantenía mi jefe con esa mujer cuando nombro a mi familia, de seguro investigo parte de mi pasado y aunque no tengo nada que ocultar hay situaciones que quisiera olvidar es por eso que al cumplir los dieciocho años decidí irme de mi hogar, claro que ya Deborath me había corrido muchas veces, pero escuchar a mi propio padre fue la gota que derramó el vaso, podía enfrentarme a Deborath hacerle frente a sus insultos pero no a mi padre, no a la única persona que me quedaba en la vida y que rompía mi corazón en mil pedazos con ese simple acto. Me voy a mi pequeña oficina no quiero que me vean así, llamo a la encargada de las relaciones públicas para enterarla de lo sucedió, dice que tal vez una rueda de prensa explicando todo sea lo mejor para la empre