Capítulo 9

1236 Words
Cuando mi celo termino, las secuelas que este deja no fueron tan notorias. El dolor era soportable y mi cuerpo se sentía relajado. Eso me extraño, pero no le di importancia. Me levanté de la cama y fui al baño, tenía que darme una ducha para poder eliminar mi aroma y poder volver a la escuela. Entre a la regadera y el agua comenzó a bajar, eso me relajaba. Cuando salí de la ducha tome la toalla y me acerque al espejo que estaba al lado del lavamanos, me mire y ví que tenía marcas de mordidas en mi cuello y en varias partes de mi cuerpo, algo que no había notado cuando me duche. Las mordidas no pudieron aparecer solas, eso me llevaba a una sola conclusión. Alguien se había atrevido a entrar a mi habitación y aprovecharse de mi ciclo de calor. Lo extraño era que la habitación no tenía rastro alguno de un aroma. Eso era inquietante, ya que sin un aroma yo no podría encontrar a aquella persona. Lo único que me quedaba era preguntarle a mis padres y a mi mejor amigo si ellos sabían algo sobre esa persona. Tome mi celular y llame a mi madre, él sabría algo ya que siempre estaba al pendiente de mi salud. —Franz, ¿Tu ciclo de calor termino ya?— pregunto extrañado. —Si, mamá— respondí —Yo quisiera saber algo. Me preguntó ¿Alguien me ayudó en mi celo? —¿Alguien? ¿A qué te refieres? —Bueno, yo tengo marcas en mi cuerpo, alguien más las hizo. —No tengo idea de quién puedo haber sido, tu padre y yo te recogimos en la escuela y te llevamos a la cabaña. Nos aseguramos de asegurar bien la puerta. —Lo entiendo, yo mataré a esa persona cuando logré encontrarla— dije frío. En verdad que lo haría. Era mejor que esa persona huyera antes de que yo la encontrará, porque cuando la encontrará lo destrozaría vivo. —Franz, no te eduque así. Si encuentras a esa persona debe pedirte una disculpa sincera y tú lo perdonarás. —¿Estás del lado de esa persona, mamá?— pregunté molesto —Me atacó mientras mi celo ocurría. —Pero te ayudo a aliviar tu ciclo de calor, así que no fue tan malo. Hijo mío, estaré de tu lado siempre, incluso si esa persona te ayudo yo apoyaré la decisión que tomes cuando la encuentres. —Gracias, mamá— dije con una sonrisa —Debo colgar, voy a alistarme para volver a la escuela. —Si, suerte en la escuela— dijo antes de qué él colgará. Puse mi celular de vuelta en mi bolsillo y luego tome todas mis cosas. Seguido de eso salí de la cabaña y cerré la puerta con seguro. Luego volví a la escuela y fui directo a la habitación, ahí se encontraba Luther y cuando me vio entrar coloco una sonrisa en sus labios. —¿Tú celo terminó antes?— preguntó. —Alguien me ayudó— camine hacia mi cama. —Y cuando lo encuentre lo haré pagar por lo que me hizo. —¿No crees que esa persona te ayudo? —Bueno, fui tomando por alguien que no es mi Mate, eso pone furiosa a Leyna. —¿Tienes alguna idea de quién es? —Desafortunadamente no hay un aroma que logré identificarlo. Pero no importa ahora, estoy seguro que esa persona se comportara extraño cuando esté cerca de mi. —Ya veo, pues buena suerte en tu búsqueda— volvio a hacer sus tareas. Yo me recosté en mi cama y me puse a revisar mis r************* . Luego cuando se dió la hora del almuerzo, Luther y yo nos fuimos al comedor para poder comer algo, realmente moría de hambre. Tome mi charola y luego fui con Luther a sentarnos en una de las mesas que se encontraban junto a la ventana. —Nuestro Mate se acerca— dijo Leyna. —No le prestes atención— respondí —Dejalo vivir su vida y vive la tuya. —Maldicion, ¿Por qué tienes que ponerte en ese estado cada que hablamos de él? —Solo por qué si— respondí un poco molesto. No obstante con tener que lidiar con la situación del acosador que se aprovechó de mi ciclo de calor, tenía que soportar el hecho de que Leyna no parara de repetirme que mi Mate era Rudolf. —Bien, haz lo que quieras— con molestia cerró la conexión y no volví a escucharla por el resto de la tarde. Yo por mi parte decidí mostrarle la menor importancia a ese sujeto, pero me era imposible. Su aroma llegaba a mis narices en suaves toques y su presencia era muy notoria. Decidí terminar pronto mi almuerzo para que me fuera de ese sitio. Cuando termine mi almuerzo esere un poco a que Luther terminara también. —Tch, que molesto— susurré mientras me encontraba cruzado de brazos, mirando por el cristal. —¿Ocurre algo?— pregunto él —¿Desde la última vez que te ví estás un poco extraño?— me miró. —Es solo que ocurrieron muchas cosas y mi mente está a punto de explotar. —Puedes contarme, si quieres. —Bueno, la diosa luna me dió otro Mate, lo descubrí el día que me llegó el celo— comencé a contarle, debía sacar todos mis pensamientos. — Alguien se metió a mi cama, estoy harto de ser yo quien reciba todos los problemas. —Si tu nuevo Mate no te gusta puedes rechazarlo— dió un bocado a su comida. —No puedo, ya no quiero lastimar más a Leyna. —Entonces sigue permaneciendo en dónde estás. —Realmente esa persona me agrada. Yo soy el que no le agrada a él. —¿Cómo sabes eso? —Solo lo se— susurré —Yo... Permanecere como estoy, así estoy bien. —Si esa es tu desicion no puedo interferir— tomo la charola y se puso de pie — volvamos a la habitación, tenemos demasiada tarea por hacer. —Si— también me puse de pie y tome la charola, la dejamos en su lugar y luego salimos del comedor. Comenzamos a caminar por el pasillo que conducia a la habitación y por el camino nos cruzamos con un alfa, este alfa su demostraba dominancia. Parecía un estudiante nuevo y al parecer de la mirada que me dió era sumamente territorial. Un alfa en toda la extensión de la palabra. Mire a Luther y se encontraba un poco nervioso —¿Sabes quién es él?— pregunté. —Son alumnos nuevos— susurró, conteniendo la respiración —La directora dijo que es una nueva manada, la hallaron al suroeste, cerca de las montañas. Se mantuvo estático, esa era una reacción normal de un omega hacia un alfa. —¿Estás bien?— pregunté. Aunque era claro que no lo estaba. —Es solo que su aira me sorprendió, el es sumamente dominante, intimido a Freda. —Trata de tranquilizarte, espero no volver a encontrarnos con él. —Si— susurró y luego comenzó a dar pequeños pasos. Con mi ayuda logramos volver a la habitación y yo lo lleve a qué se recostara en su cama para que se mejorará. Luego yo me puse a hacer las tareas para ponerme al corriente.
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