CAPÍTULO DIECISÉIS

1888 Words

CAPÍTULO DIECISÉIS Avery ni siquiera pensó en volver a casa. Si se retiraba a casa con el rabo entre las piernas después de ser despedida por O’Malley (sobre todo delante de un agente del FBI) ​​se volvería loca. En vez, se dirigió al gimnasio. Tomaba clases de Krav Maga dos veces por semana y, aunque esta no era una de las noches en las que tomaba clases, sabía que siempre había gente en las esteras buscando practicar. Cuando eras una mujer atractiva que aún no tenía cuarenta años, encontrar una pareja para practicar era fácil. Por supuesto, la mirada arrogante en el rostro del hombre que se había ofrecido a entrenar con ella se convirtió en una de confusión, luego vergüenza y luego miedo. Había vivido todas esas emociones en menos de un minuto. Actualmente estaba maniobrándose a sí m

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