Anna Sophie. Me río a carcajadas, luego tomo un puñado de palomitas y las meto en su boca. — ¡Basta! — Ríe, dejando escapar unas cuantas de su boca. Me dejo caer sobre el sofá y apoyo mi cabeza en el cabecero, mirando hacia el techo. Me duele la panza de tanto reír, las payasadas de Dereck son de otro mundo porque lo juro que no hay nadie como él. Mantengo mi posición cuando lo siento depositar su cabeza en mi regazo. — Te gusta que te mimen, ¿eh? — Murmuro, cerrando los ojos mientras siento que toma mis manos y las lleva a su cabello, dejando claro lo que quiere que haga. Suspiro y le acaricio, jugueteando con esa maraña castaña que tiene. — Hay una fiesta el fin de semana — susurra y por su voz siento lo adormilado que está —. ¿Vamos juntos? Ahogo un bosteza, contagiada de su per