Anna Sophie. — Comete eso — le extiendo a Jared el sándwich e ignoro la fulminante mirada que envía en mi dirección. Él lo toma de mala gana y sigue mirando hacia el televisor, en donde un partido de beisbol se está proyectando. Él es tan, pero tan difícil. — Ya se acabaron las clases — me dice cuando me siento a su lado. — No me había dado cuenta. — Sabes por qué lo digo. Teníamos un trato. Estaría sin beber mientras me concentraba en pasar los cursos y, como comprenderás, ya se acabaron sus excusas para mantenerme sobrio. — Bueno — suelto, mirando fijamente el televisor —. Ve y emborráchate, iré a buscarte. Si salgo herida, pesará en tu conciencia. — Joder — de reojo, lo veo morder el sándwich —. No te soporto. — Lo sé, cariño — y pongo especial dulzura en la última palabra.