Capítulo 2.

1027 Words
Han pasado 3 semanas y mi teléfono no dejo de sonar, ya sé por llamadas, correos, mensajes, así que decidí que era hora de hacer frente a todo. Primero reviso los mensajes de texto, van desde mil formas y maneras de decir lo siento y otros tantos, por no decir sobre mí embarazó. Los correos son similares, pero solo cambian el remitente, esta mujer sí que tiene poco amor propio. No contesto ninguno porque ella debe hablar con su ahora esposo. Por qué sí, la muy canija me envió el certificado de matrimonio de ellos, con fecha después de la boda. Le envié mis felicitaciones. Y no respondí a nada más. Otros fueron de mi queridísima ex suegra, nótese el sarcasmo. En ellos me echa la culpa por no poder tener a su nieto cerca y muchas cosas más. Ella fue la que le metió por los ojos a Sofía Weber y ahora que la señora Alejandra Topper se dé cuenta de que jamás conocería su nieto, bueno que viva con ello. Cuando estoy por cerrar mi correo, llega un último de Henry. Que dice. Alicia Black. Te quiero pedir perdón, pero jamás me enamoré de ti, hace 5 años apareció Sofía, mi mundo fue solo de ella. Mi madre al principio me incito a salir con ella, la familia de ella tiene dinero y tú sabes que nosotros estábamos en un mal momento. Ellos llegaron con la solución y cuando conocí mejor a Sofía no pude no enamorarme de ella. Te preguntaras por qué no corte contigo, sonara canalla, pero tú eras la mejor opción porque podríamos expandirnos. Y conseguir lo que por tanto tiempo buscamos. Mi ahora esposa me dará un hijo, el cual espero con ansias, porque sé que es de la mujer que amo. Sobre el niño que llevas en tu vientre, no quiero tener ningún tipo de relación con él, por medio de este correo te envió los documentos renunciando a toda responsabilidad y derechos. Si nos vemos, espero no me odies. Henry Topper. Mis ojos se llenan de lágrimas que no derramo, mi palidez llama la atención de todos en la terraza del jardín. Mis padres llegan a mi lado, me quitan mi notebook, de mis piernas, todo se me nubla y no me doy cuenta de que caigo en la oscuridad. 1 día después. Despierto y mis ojos tratan de abrirse, pero deben acostumbrarse a la luz brillante. Una vez abiertos un techo blanco me recibe. Trato de moverme, pero todo en mí duele y más mi cabeza. Escucho la voz de Paúl, quien me dice que despacio, si no me acusara a mamá, yo sonrió por el comentario, mis manos instintivamente van a mi vientre. Cuando creo que entraré en pánico, él me dice que no hay de que preocuparse, que él bebe está bien y es fuerte como su madre y obviamente que a su tío favorito. Boto el aire que no sabía que tenía retenido en mis pulmones. Cambiando de tema, le pregunto qué paso, porque termine aquí, él me cuenta sobre la carta y los documentos que llegaron, antes de que continúe. Le informo que debo ir a nueva York, — él me mira con sus ojos abiertos— y antes de que me diga algo. Yo me adelanto. . — este asunto hay que terminarlo de raíz. Cuando quiero seguir con mi argumento entra mi madre con un doctor. De unos 50 años que me dice que no debo hacer fuerza, ni pasar malos ratos, mucho menos estrés. Hasta por lo menos el tercer mes y eso es en 1 mes y medio más. Con resignación asiento solo por el bien de mi bebe, el cual no tiene culpa alguna. Cuando el doctor sale, mi madre me dice que ya tiene dispuesto para que me vaya a la casa de campo a las afuera de Londres, que la nana Mati irá conmigo. Solo asiento ya que quiero que mi hijo esté bien. No agrego nada ya todo está listo. Cuando al fin me dan de alta, subimos hasta el techo para poder abordar el helicóptero de mi familia para poder irnos a la casa, bueno en la que solo yo me quedaré. Ya instalada en mi habitación sentada en la terraza, mirando todo, hago un recuento de situaciones que estuvieron ahí, pero que no quise verlas, por más que estuvieron frente a mí. Bueno, como dicen de lo malo llega lo bueno y este bebé será lo mejor que me dejo el maldito de Henry. Han pasado 2 semanas y tengo que reconocer que estando acá mi mente se ha aclarado demasiado para mi gusto, he decidido, contratar un abogado para que me represente en EE. UU. que él me ceda todos los derechos de mi hijo, aunque él lo dijo, debo hacerlo a través de un juez quitando toda oportunidad de que se acerque a él. En este tiempo me he dedicado a la jardinería y esto me ha ayudado mucho, mi mente y corazón están en paz. Cuando todo se asume de una sola vez el dolor es solo por un tiempo, ya lo demás es historia. Estoy con mis rosales, en el momento justo cuando un Rottweiler aparece frente mío. Lo primero que hago es retroceder, pero él gruñe y mis colores abandonan mi cara, cuerpo, hasta el de mi pelo desaparece. Cuando miro me doy cuenta de que su pata está lastimada y cuando me acerco veo que es solo un cachorrito, lo ayudo y lo tomo entre mis brazos y él se queja, grito a mati, para que llame un doctor, pero me doy cuenta de que es a un veterinario y me corrijo. Llega confundida, y le muestro quién es el que necesita atención. Cuando el veterinario termina me informa que fue golpeado al “querer entrenarlo” y que tuvo suerte de solo haberse dañado su patita y no haber perdido la vida. Le digo que me lo quiero quedar y me ayuda hacer todo y registrarlo a mi nombre, nos cercioramos que no tiene chips ni registro. 2 horas después ya es mi bebe de cuatro patas.
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