Mi ultima carta para ti

Capitulo uno

Martes 20 de febrero de 2018.

Vivo en la ciudad de Vancouver Canadá desde hace 3 meses, soy de Canadá solo que de un pequeño pueblo. Desde pequeña siempre he sido de pocos amigos, algunos decían que era porque mi padre solía ser muy estricto conmigo y al venir a Vancouver mi padre quería venir conmigo, el problema era que la economía de los dos no daba para que mi padre dejara su trabajo y viniera conmigo. Había obtenido una beca de estudios y vivienda, aunque la beca cubría más de la mitad del arriendo debía pagar otra parte, el motivo era que la beca no alcanzaba para muchas viviendas adecuadas, y aunque quería ahorrar dinero no quería quedar muy lejos de la universidad, en algún lugar inseguro y cerca de la universidad eran bastantes desagradables, es por eso que invertí parte de mis ahorros en conseguir un lugar adecuado y a pesar que era bastante pequeño tenía todas las comodidades.

El apartamento era de máximo unos 16 metros cuadrados, al entrar se ve los closet donde está guardada mi ropa, y una puerta que lleva al baño; El baño era bastante pequeño, solo había una ducha pequeña y un inodoro y pequeño lavamanos. Unos 5 pasos más adelantes se logra ver la cocina pequeña con unas pocas repisas, una nevera delgada y una barra donde habían 2 sillas, y frente está una mini sala con un sofá pequeño de dos puestos y las escaleras que conducen a una especie de segundo piso donde estaba únicamente la cama y una pequeña mesita de noche.

Era pequeño, pero bastante bonito y estaba muy bien amoblado donde solo debí poner unos cuantos platos, sábanas, cojines y un bonito tapete peludo, era un poco más costoso pero cerca de la universidad a tan solo 15 minutos caminando y tenía mi cocina para ahorrar en las comidas.

Estudio en la universidad Columbia británica, estaba empezando mi carrera universitaria lo cual me hacia plenamente feliz, trabaje por 4 años para lograr ahorrar el dinero para la universidad y un día en un concurso de escritura me gané una beca para estudiar letras y una beca de vivienda, con el dinero ahorrado puede pagar el viaje a Vancouver y poder cubrir 6 meses de la parte a completar el arriendo, el problema es que al gastar ese dinero me iba a quedar sin ahorros antes del año y debía conseguir un trabajo para poder cubrir la comida del siguiente mes y poder pagar el arriendo restante. Estaba caminando por la calle dumbar, por esta calle quedaba el pequeño apartamento, quería ir a la avenida 10 para buscar trabajo, debía ser de medio tiempo en algún restaurante o bar cercano.

llevaba 20 minutos caminando y aun no conseguía nada, en uno de estos restaurante una linda chica me recomendó ir a west end, en este lugar había una gran variedad de bares, restaurantes y cafés donde solía estar la vida activa de Vancouver, me quedaba algo retirado de donde vivía, pero aun así el bus pasaba bastante seguido y me dejaba en tan solo 30 minutos en west end.

Al montarme en el bus decidí adelantar la lectura que tenía, me sumergí tanto en la lectura que casi me pasaba la parada, una vez me baje, en cada paso que daba había un lugar donde preguntar, no quería trabajar en un bar ya que ese no era mi ambiente, seguí caminando un poco más hasta que vi un lindo café, se veía bastante calmado y fuera de lugar comparado con los otros lugares.

Justo como yo - pensé antes de entrar, una vez dentro del lugar, vi que habían varias personas sentadas tomando café, unas leyendo, otras escribiendo y algunas estudiando, vi que había un chico en la caja y estaba algo atareado.

hola - me acerque a la caja decidida.

- Buena tarde, señorita - me saludó de forma amable y regalándome una linda sonrisa- ¿En qué puedo servirle el día de hoy?

- Trabajo - dios, el chico me miró con las cejas levantadas - Estoy buscando trabajo y quería saber si ¿están por casualidad buscando a alguien?

- Bueno, estoy solo y si necesitamos algo de ayuda ¿tienes experiencia?

- No - respondí lentamente - pero aprendo rápido y soy muy organizada, hago rico café y soy muy buena con los números.

¿algo más?

- Por favor, puedo hacer el turno nocturno, bueno - me rasque la cabeza con la mano derecha - es el único que podría, nocturno y fin de semana.

¿Por qué? - cada vez me miraba mas interrogante.

- Estudio, en la UCV y en serio necesito el trabajo, estudio en las mañanas de 8 am a 2 pm, puede hacer el último turno y los domingos.

- Respira, bombón - él dio la vuelta hasta llegar a mi lado.

- Te voy hacer una prueba ¿puedes ahora? - asentí de forma animada - bien.

Este se fue y dio la vuelta hasta entrar por una puerta y perderse dentro de ella, al paso de unos pocos minutos llego a mi y me paso un delantal idéntico al de él.

- Ponte esto - me lo paso - dentro hay una libreta y lapicera, puedes poner tus cosas debajo de la barra, es una prueba sin cobro, así que no te voy a pagar por la tarde, son las - levantó su mano y miro la hora en su reloj, me pareció bastante curioso ese detalle ya que en pleno siglo 2019 los jóvenes sólo ven las horas en sus celulares y pocos en sus reloj y menos si estos no son inteligentes, de hecho era un reloj bastante clásico - Vamos a estar hasta las 9 pm, cerramos a las 8:30 pero mientras acomodamos todo serian a las 9 ¿entendido? - volví a sentir - Bien, empecemos

Estuve toda la tarde bastante ocupada, me enseño a usar la cafetera, las diferentes recetas según lo que pidan, en donde esta la alacena, como se surten, recibe la panadería y pastelería, atendí varias mesas y me fue bastante bien, era algo pesado pero era un ambiente bastante calmada y tranquila, ya habíamos cerrado y estábamos limpiando las mesas y acomodando las sillas, como guardando la panadería y limpiando todo lo de la cocina.

- Dios, debí venir con los tenis - me dolían los pies, había caminado mucho y estuve todo el día de pie y ya mis pies estaban pasando factura - como matan.

- Dylan - voltee a escuchar que Mark me llamaba, por cierto, el chico se llama Mark Duck, tiene 26 años y estudia arte en las noches - La caja quedó perfectamente cuadrada, el lugar está reluciente y eres rápida.

- Entonces, ¿me vas a contratar?

- De 4 pm a 9 pm de lunes a viernes, sábados de 5 pm a 11 pm, incluso 12 en algunas ocasiones y domingos de 10 am a 7 pm, son turnos rotativos, al mes 4 descansos y únicamente en días de semana.

- Eso es un si - estaba sonriendo y apunto de saltar de la emoción.

- La hora de lunes a sábado 12 dólares y domingos 15 dólares, espero te sirva, escribe tu nombre aquí para mandar hacer tu gafete.

Ah - empecé a brincar de la emoción, había conseguido el empleo, estaba tan emocionada que le di un fuerte abrazo a Mack - gracias, gracias, gracias

- si, si, si, ya suéltame - lo solté rápidamente - pon tu nombre ahí y ven con tenis para que estés mas cómoda.

anote rápidamente mi nombre y al terminar le pase la hoja, una vez lista, recogí mis cosas, salimos del lugar, Mark me acompañó a la parada de bus, hablamos un poco más hasta que llegó el bus el cual no demoró mucho en llegar, al montarme leí un poco del libro, una vez llegue a mi casa me tomé un vaso de jugo, me quite los zapatos y fui a servirle comida a mis dos gatos, ambos están hambrientos ya que no les había dejado suficiente comida, una vez les limpie su arenero, les di comida y cambie el agua. Subí los escalones y me tiré en mi cama, estaba bastante agotada.

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Miércoles 21 de febrero de 2018.

Me desperté por tener a mi gato Julio casi encima de mi cara, estaba decidido a despertarme para darle su desayuno, tome mi celular y vi que eran las 5:59 am.

- Te gusta madrugar, eh julio - lo tomé en mis brazos y empecé a acariciar su cabecita lo cual generó que empezara a ronronear, lo acaricie un poquito más hasta que decidí levantarme de mi cama.

Baje las escaleras con Julio en brazos ya que en otras ocasiones se ha atravesado entre mis pies y hecho tropezar, la última vez por evitar pisarlo me caí y rodé los últimos tres escalones, me pegue un golpe tremendo que hasta el momento aun no terminaba de sanar, desde entonces los llevó cargados por las escaleras para evitar un accidente mayor, apenas llegue al suelo lo solté y vi a Raúl mirando por la ventana, al vernos corrió a donde estábamos y empezó a llorar por comida junto a Julio.

Me acerqué a un cajo de la cocina y saque el tarro donde tenía la comida de mis felinos, les serví a cada uno una tasa en sus tazas y luego les cambie el agua, una vez los deje comiendo me fui al baño, en el baño tenia un cajón con espejo, de éste saque las bolsas ecológicas para recoger los desechos de ambos, me acerque al arenero y lo limpie, una vez listo deje la bolsita en el basurero. Hice mis desechos y decidí ducharme para despertarme del todo.

Me di una ducha rápida y salí de la ducha, me acerque al armario de ropa que estaba debajo de las escaleras, tome un jeans con una camiseta gris y mis tenis negras, me puse ropa interior y luego me vestí rápidamente, me hice una coleta alta y me acerque a la cocina, como tenía tiempo decidí hacerme el desayuno y el almuerzo para llevar a la U.

Prepare mi comida para empacarla en mi bolso, una vez lista tome mi mochila y metí en ella el portátil y mi libreta morada, verifique que las ventanas estuvieran cerradas y Raúl y Julio tuvieran suficiente comida ya que iba a llegar muy tarde - ¿Debería comprar un dispensador de comida automático? - Umm… creo que sí, o van a morir de hambre, les di un beso a cada uno y salí a la calle, una vez fuera camine rápido ya que me había relajado con el tiempo, estuve caminando alrededor de 15 minutos cuando llegue a la U.

El día en la universidad se me hizo bastante corto, eran las 2:30 pm y debía llegar al trabajo a las 4:00 pm, me senté en una de las mesas en los jardines del campo y empecé a comer mi almuerzo. Mientras comía veía a todos en el lugar, algunos estaban sentados en las otras mesas comiendo, charlando, estudiando, otros estaban en el pasto durmiendo o en grupos reunidos haciendo diferentes actividades, me parecía bastante interesante como algunos se relacionaban tan fácil con otras personas, desde pequeña se me hizo difícil y solo tengo dos amigas, Verónica y Lili, pero ambas estaban lejos. Verónica vive en el exterior desde hace unos dos años y Lili vive en mi ciudad natal, solíamos hablar muy poco comparado a cuando estábamos todas juntas, cada una está forjando su camino y la comunicación se volvió menos frecuente, son mis mejores amigas y cuando hablamos es como si nos hubiéramos visto apenas la semana pasada, la amistad y confianza no se pierde a pesar que no hablemos todos los días, extrañaba mucho ese tiempo.

Estaba mirando a una pareja sentada bajo un árbol, el chico tenía su espalda recostada contra el tronco del árbol y la chica tenía su espalda recostada en el pecho del chico, estaban riendo en sincronía, ver parejas así generaba cierta nostalgia, hace mucho no me enamoro de alguien, para ser franca, soy muy complicado. En mi tiempo de preparatoria mis amigas solían ser muy enamoradizas y tuvieron varios novios, mientras yo solo sumergía mi cabeza en libros tras libros de romances eternos haciendo que viera a todos mis compañeros como unos completos inútiles, eso dificulto todo, solo me enamore una vez. Daniel Young.

¿Quién era Daniel Young? Era un chico, era de los conocidos por todos y queridos por la mayoría, todos sabían quien era Daniel y su grupo de amigos, era popular por su inevitable talento en la música, baile, teatro - todo un artista - y atleta aclamado del basquetbol, al ser popular en varias ocasiones lo veía caminar los pasillo, mas nunca le preste atención, de hecho, una de mis amigas tenía un flechazo por uno de sus mejores amigos, fue ahí cuando lo detalle por primera vez, recuerdo que cuando me lo presentaron me pareció demasiado confianzudo ya que en vez de estrechar mi mano me dio un abrazo, lo cual, para mi querida yo antisocial me pareció demasiado abusador, recuerdo mi indignación.

Eso fue antes de las vacaciones de verano, al entrar a mi penúltimo año de secundaria empecé a detallar ¿la causa? llegó con unos tenis particulares, era como los que uno se ponía de niños, con luces y todo, algunos lo molestaban, pero a él le daba igual ya que le gustaba, ese detalle tan original me hizo empezar a mirarlo. Recuerdo que en los periodos de descanso solía verlo pasar por la pasillos con sus tenis con luces, con todos hablaba y se llevaba bien, lo vi tocando el piano en clases de música, cantando en el coro, bailando por los patios y en la obra escolar como un día en un partido vi su cuerpo bien definido al quitarse la camisa en un partido, fue ahí donde me fleche por él.

Estuve enamorado por todo el periodo escolar de el, lo veía de lejos y cuando hablamos era gracias a mi amiga Verónica que en su tiempo era novia de uno de sus amigos, nos llevamos muy bien y hablábamos todo el tiempo por texto hasta que confesé mis sentimiento por él, eso lo asustó y dejamos de charlar, me había dolido, así que me volví a sumergir en mi mundo de la lectura, no fue estaba el verano de ese año en que nos volvimos a encontrar y empezamos un noviazgo, él fue mi primer todo, fue mi primer beso, novio y a quien le entregue mi virginidad, duramos de novios un año aproximadamente ¿Por qué terminamos? Lo idolatre y cree de él una imagen completamente errónea de él, al principio la relación era perfecta, estaba con los chicos más populares, guapo, inteligente y sensible ¿Qué paso? El era una mentira, esa fachada de chico cool pero lindo era falsa, era narcisista, machista y problemático, la mitad de mi relación me la pase sintiéndome miserable e incluso fría, era juzgada por mi forma de ser y culpada de todos nuestros problemas a pesar de que siempre evitaba discutir, no fue hasta que el fue grosero conmigo frente a mi familia que decidí tomar la decisión de cortar nuestra relación del todo, lo retrase tanto tiempo para no lastimarlo y no me di cuenta que yo era la que estaba siendo lastimada, al terminarle me insulto y acusó de serle infiel, eso me molesto aun mas y reafirmar mi decisión, no se daba cuenta de su actitud a pesar que se lo dije en varias ocasiones, prometiendo cambiar, promesa vacías.

Al terminar recuerdo mantenerlo en secreto para evitar generar chismes y al parecer el también lo tuvo así por un tiempo, incluso su ego era tan grande que me busco a los cuatro meses de terminar diciéndome que me perdonaba y me iba a dar una oportunidad de volver con él, fue en ese momento que me di cuenta que era una bobada tenerlo oculto, así que le conté a mis amigas y el chisme se esparce como pólvora.

Después de él no he tenido mas novios, mi padre me dice que quede muy traumada y a veces lo creo, no sufrí cuando terminamos, de hecho, me sentí libre, pero eso no quita que después de él definió que no quería en mi vida, cada chico que conocía me solía desilusionar muy rápido y nunca llegaba a nada, de una año para acá ha empeorado mucho más, al punto que no siento nada por nadie, ni siquiera deseo s****l, impidiendo incluso el poder complacerme y llenándome de una frustración al inicio, incluso he considerado que soy frígida, lo cual me preocupa a grandes escalas, y es un tema que me da pena tocar con alguien sin saber si es normal o en serio tengo un problema como el me dijo cuando me negaba a tener relaciones con él o que me tocara.

Han pasado 4 años y cada vez me siento mas sola, tengo veintidós años y solo he tenido en mi vida un novio y tres revolcones que no me han dejado más que culpa al día siguiente, no me gusta nadie y no creo gustarle a alguien ¿habrá algo en mi? pregunta que me he hecho miles de veces sin llegar a una conclusión y hoy tampoco será al día, ya que son las 3:15 pm, me levante rápidamente de mi mesa y empecé a caminar a la salida de la universidad, camine unos cinco minutos a la parada donde tomaba el bus para ir a mi trabajo, la parada estaba vacía así que mientras esperaba el bus saque el libro que estaba leyendo hace tiempo, el bus demoró solo en llegar 10 minutos, me subí y senté al lado derecho, en veinte minutos estaba en West End, al bajarme solo camine otros cinco minutos llegando al trabajo a las 3:50 pm, al pasar por la puerta la campanilla sonó haciendo que Mack desde el mostrador me regalará una sonrisa, note que solo había unas 5 personas en el lugar ocupando 3 mesas, le devolví la sonrisa y lo saludé con mi mano, me dirijo directo a la puerta que lleva a la parte trasera donde se guarda la reserva de comida, el baño y unos lockers para guardar los bolsos, abrí mi locker y dejé mi mochila dentro para luego sacar mi delantal. Una vez me lo puse salí a ayudar a Mack.