-Amy, ¿Qué pasa?.
-Mi...mi mamá...
-¿Qué pasó con ella? -no me habló, preferí no insistirle tanto y esperar a que se calme, pero fue peor por que me miró y comenzó a llorar mas aún.
-Tu...tu...tuvo un accidente -mi piel se erizó, abrí mis ojos.
-Pero, ¿En que hospital está?. Vamos yo te puedo llevar hasta ahí.
-Esta...¡NO LOSE CALEB!, Su bus se estrecho.
-¿¡Qué!? ¿Y cómo puedes estar segura de que el bus donde ella viajaba?.
-Me acaban de llamar.
-Yo... lo siento mucho Amy -me acerqué a ella y la abrasé.
-Puedes irte ya... Yo empacare una cosas, ire a verla.
-¡No!, estas loca si piensas que te dejare ir sola. Te acompañare.
-Prefiero ir sola -la interrumpí.
-No claro que no Amy, no puedes estar sola. No así como estás... -la apreté más a mi cuerpo y es ahí cuando sentí sus delgadas manos en mi espalda- puedes llorar todo lo que quieras, pero no ganaras nada rompiendo cosas, así te harás daño a ti misma.
Nos quedamos abrazados por unos minutos. Ella no dejaba de llorar y yo tampoco de consolarla, sabía que tenía que ser muy doloroso una perdida así. Accedió a que la acompañara a ver a su madre.
Amy de tanto llorar, a las 4 de la mañana se quedo dormida, y ya habíamos llegado al hospital donde estaba su madre. Me acerque a su lado acariciando su cabello castaño. Ella despertó, y se adelanto a entrar al hospital.
Mi celular comenzó a sonar. llevaba tres horas antes así, pero de lo ocupado que estaba no contestaba.
Era un mensaje de Jacob.
"Bro, ¿Por que nos echaste?, ¿Paso algo?"-Jacob.
"Algo con mi vecina bro. Su madre tuvo un accidente -yo
Mis párpados pesaban, pero no podía quedarme en el auto y dejarla ahí sola, tampoco podía dormir, porque debía acompañarla. Baje del auto y entre al hospital, la busque por los pasillos. Llevábamos unos minutos esperando al doctor y no aguante ma el cansancio.
De tanto que pensaba una y otra cosa me quedé dormido. El doctor salió a la hora después y se fue con Amy.
TRES DÍAS DESPUÉS.
Preparé la cena y luego de cinco minutos ya estaba listo en la bandeja para comenzar a subir, entre a su habitación. Ella aun seguía dormida por lo que deje la bandeja en la mesita de noche y me recosté a su lado.
Hace tres horas que habíamos llegado del funeral y Amy solo dormía, con suerte comía algo.
Bueno primero que nada nunca en mi vida había preparado la cena y subirlo en una bandeja, ¡ni a mi mama!. Pero esta era una ocasión especial. Y tampoco nunca había sido tan tierno con una chica. ¿Podía ser Amy una chica... como la que busco?, no, en definitiva no lo sabia, ni la conocía pero por lo que sé ahora ella no me trata como las demás chicas. Fui a mi habitación para darme una ducha rápida y vestirme con un pantalón de algodón gris una remera en "v" negra y unas Vans negras, me eche perfume y me lavé los dientes. Volví a su habitación.
Comencé a mirar las facciones de su cara, era de piel bronceada, tenia pestañas largas y negras. nariz fina y respingada, sus labios eran color rosa algo fuerte y carnosos, era totalmente hermosa pero...¡no! ¿Te gusta?, Negué con la cabeza. Era linda pero tenía que conocerla más, hasta el momento ella podía ser la candidata perfecta. Se movió entre las sábanas y luego despertó.