Se escuchó que se abría una puerta, la luz a duras penas llegaba a ese oscuro lugar en el que se encontraba encerrada Damaris.
—Dice el señor Rogelio que es momento de que empieces a ser útil.
Damaris mostraba un físico muy diferente, la falta de alimentación era evidente, su rostro estaba bastante sucio y su cabello enredado.
—Dime, ¿para que me quiere el señor Navas? ¿Será que necesita la compañía de una mujer?
—No, intentaras ser la compañía de alguien más, si lo logras obtendrás una gran recompensa, de lo contrario, tu castigo será muy severo.
—¿Acaso el señor Navas pretende venderme?
—Si prefieres seguir aquí no perderé más mi tiempo.
—Espera, está bien, lo haré, ¿a quién debo seducir?
—Reynaldo Ruíz, vas a quitarle el novio a Jéssica Alemán.
—Esa mujerzuela de nuevo, con gus
