La heredera embarazada del CEO

Alejate de Jéssica

Cristopher envío un mensaje, esperando que la otra persona respondiera.

Pasando 5 minutos recibió una llamada.

—Quiero que me averigües en que habitación se encuentra Jessica Alemán.

El sujeto solo escucho, no dijo una sola palabra y luego colgó.

—Señor, ¿es seguro confiar en él?

—Es uno de los mejores, si él no lo hace solo queda una persona más, pero tiene un año que desapareció.

Tras pasar diez minutos, recibió otra llamada.

—Suite Presidencial Deluxe. Puedo ayudarle a entrar si lo requiere, hay una orden en su contra, puedo anularla por 24 horas.

—Hazlo.

Cristopher finalizó la llamada y realizó una transferencia, conocía la tarifa por este trabajo.

Solo esperó la confirmación y procedió a entrar en el hotel, el personal había cambiado desde la última vez, eso hizo que pudiera pasar desapercibido, pero necesitaba la tarjeta para subir a la suite.

[He realizado la reserva de una habitación, a nombre de Emiliano Hernández, necesito que retire la tarjeta]

Cristopher siguió las instrucciones, la habitación era una de las más económicas que ofrecía el hotel, pero era necesario para obtener una tarjeta de acceso.

Llegó al ascensor y acerco la tarjeta, el ascensor se cerró y comenzó a subir, llegando hasta la entrada de la suite, ese piso contaba con una sola habitación, al llegar a esa puerta, giró la manecilla y entro en silencio.

El lugar estaba llena de lujos por todos lados, pero no la veía a ella, escuchó que la ducha estaba abierta y fue directo.

Durante su año de matrimonio con Jéssica, él nunca la había visto desnuda, era una mujer poco atractiva para él, a pesar de ser una de las mujeres más bellas. Sin embargo, no le importaría humillarla un poco.

Al entrar al baño pudo ver unas cuantas piezas de ropa en el piso, estaba muy seguro que ahí estaba ella. En cuanto se acercó a la puerta que separaba la ducha del resto del baño, está fue deslizada, pero no había nadie adentro, la puerta del baño fue cerrada desde afuera.

—Es mejor que me abras, de lo contrario me conocerás de verdad.

Del otro lado no hubo respuesta, el baño estaba diseñado para suprimir cualquier ruido del exterior una vez se cerraba la puerta.

Cristopher empezó a patear la puerta, pero no tuvo éxito, hasta que 15 minutos después fue abierta.

Afuera se encontraba un grupo de guardias junto con el encargado del hotel.

—Al parecer usted no entiende, señor Graham, anteriormente se le había notificado que no era bienvenido a este hotel, sin embargo, contrato a un hacker para poder entrar y acosar a nuestros huéspedes.

—Todo fue una trampa.

—La verdad, sí, andamos detrás de un hacker y justo usted cayó en nuestra trampa, ahora tendremos que llamar a la policía para interponer una denuncia.

—¿Cuánto quieres? El dinero lo resuelve todo.

—Se equivoca, señor Graham, el dinero no lo resuelve todo, solo hay una forma de evitar que usted vaya a la cárcel y es pidiendo una disculpa pública.

Si Graham hiciera eso terminaría en la ruina, sus socios y clientes no querían hacer negocios con alguien que anda entrando a la fuerza, pero si también lo detienen quedaría mal.

—Quiero hacer una llamada, estoy seguro que podemos resolver esto.

—Somos hombres razonable, le dejaremos que haga dos llamadas, una vez las haga esperaremos su decisión.

Cristopher inmediatamente llamó al celular de Reynaldo, por suerte había pedido a Francisco que lo consiguiera y hablaría con él una vez que sacará del país a Jéssica.

—Reynaldo, dime, que quieres para que me dejen ir.

—Disculpe señor Graham, no se porque tiene mi número personal, pero tampoco entiendo de que me hablas.

—Sabes muy bien que me tienen atrapado en el hotel Alemán, ahora dime, que quieres para dejarme ir.

—Interesante, al parecer alguien se dedicó a seguir mi vehículo, dígame, señor Graham, ¿que hacía siguiéndome?

—Usted está con mi esposa...

—Exesposa, recuerdelo, además de que es una mujer libre y puede hacer lo que ella quiera.

—Ella es una mujer cualquiera, solo buscará sacarte todo el dinero posible.

—¿A cómo lo hizo con usted? Vaya, tan mal se siente que una mujer no quiera depender de usted y por eso la quiera destruir, pero para que vea que soy generoso, le haré un favor, lo sacaré de esa situación a cambió de que deje en paz a Jéssica.

—Eso no es negociable.

—Entonces que pase una feliz noche en la cárcel, señor Graham, cuando su empresa esté en ruinas yo mismo me encargaré de destruirla más.

Cristopher había luchado para mantener la empresa a flote, acababan de pasar una gran crisis financiera y se pudo recuperar en un tiempo récord, cualquiera diría que tuvo una ayuda de alguien, pero no había documento que lo soporte.

—Esta bien, me alejaré de Jéssica, ahora saqueme de aquí.

La llamada se finalizó.

—Solo le queda una llamada, señor Graham.

—Yo no me emocionaría mucho, les dije que siempre hay más opciones.

Minutos después el encargado del hotel recibió una llamada, no tardó mucho.

—Parece que se podrá ir libre de esta, sin embargo, me encomendaron una misión.

El encargado le hizo una señal a los hombres y estos sujetaron a Cristopher.

—Que crees que están haciendo, esto no fue lo que acordé.

—Simplemente sigo órdenes.

Francisco estaba ansioso esperando en el auto, por alguna extraña razón sentía que algo no andaba bien, quizás su jefe se emocionó con Jéssica y se olvidó en avisarle, pero no podía moverse.

Su sorpresa fue en ver salir a Jéssica del hotel, llevaba una ligera maleta, por un momento pensó que su jefe lo había logrado y al fin las cosas terminarían bien, pero tras esperar 20 minutos su jefe no salía. Comenzó a llamarlo, pero este no respondía.

Cuando se decidió en ir a averiguar que sucedía, lo vio llegar de un costado.

—¿Que ha sucedido? ¿Por qué viene con la cara golpeada?

—Eres un inútil bueno para nada, no pudiste darte cuenta que se habían percatado de tu presencia.

—Señor, estoy seguro que tomé todas las precauciones, pensé que había salido las cosas según lo planeado, ya que ví a la señorita Jessica salir del hotel con una maleta.