Esa sensación de que lo has logrado, por fin: es lo mejor del mundo. La veía conversando con su prima, teniendo en mi pecho la seguridad de que esa noche dormiría a mi lado. Esa sensación de haberla podido conquistar, por fin, me reconfortaba. Qué engañosa es la ignorancia, te transporta a una realidad que no es la verdadera, la que pasa en tiempo real. Es como si te llevara a un mundo lejano, que poco a poco, a medida que vas teniendo conocimiento, se va coloreando con pinceladas agridulces. Tiempo después, me enteré que en ese momento Zaideth le hablaba sobre nuestra relación como algo pasajero, que yo era uno más de sus aventuras. Y yo, como un bobo, en ese instante que le decía eso, viéndola con ojos de amor y pensando en que por fin conformaría mi tan anhelada familia con ella