1. Una desconocida.
Mi nombre es Piero Monard O'Connor tengo 19 años, soy el hijo mayor y heredero de la gran fortuna de los Monard, el día de mañana viajare al pais M donde viviré mientras estudie, así que esta noche pasare por mi mejor amigo Renzo Minetti para despedirme del pais en el Grape Moon.
Ya son las nueve de la noche y estoy estacionado afuera de la casa de Renzo, hoy me despediré como se debe de mi pais. Renzo sube a mi auto, acelero y llegamos en tiempo record al bar, pasamos directamente y nos ubicamos en un box en la zona VIP, llamo a un camarero y le pido que nos traiga una botella de whisky 28 años, una hielera, agua mineral y dos vasos, los dejo un momento para ir al baño a lavar mis manos.
Entro al baño, me lavo las manos y cuando las coloco en la secadora que esta al lado de la puerta, está se abre y entra una chica que me empuja y por poco logra que caiga al suelo, saco mis manos aun húmedas para alejar a la chica de mí lado, cuando de pronto ella se lanza sobre mi, me abraza y acerca su rostro muy cerca de mi cuello, no me gusta que se acerquen mucho a mi, sobre todo cuando no conozco a la persona, así que intento nuevamente alejarla cuando siento que ella pasa sus manos por mi pecho bajando hacia mi pantalón, detengo su mano y la miro muy serio, ella levanta su rostro y al mirarla quedo impactado por su belleza, tiene unos enormes ojos negros, su rostro es pequeño en forma de corazón y su piel es tan blanca que parece transparente, miro sus labios de color rosa semi abiertos y cuando vuelvo a la realidad ella se acerca y une sus labios a los míos.
No se que me esta pasando pero no puedo alejarla de mi, ella tiene un olor especial que me atrae y hace que le responda el beso, ella me empuja y quedo con la espalda en la pared, sus manos quieren abrir los botones de mi camisa y su lengua me esta volviendo loco, me detengo un momento recordando que estamos en el baño del bar, ella susurra en mis oídos pidiendo que la lleve al hotel, la tomo de la mano y salgo con ella del bar, la llevo al estacionamiento y dentro del auto le pregunto si esta segura de lo que quiere hacer, ella asiente y me vuelve pedir para ir al hotel.
Ha solo dos cuadras esta uno de los hoteles de la familia y tenemos una suite imperial reservada para nuestro uso, me dirijo ahí, ingreso al sótano del hotel para dejar mi auto en el estacionamiento, la ayudo a bajar del auto y tomo el ascensor con ella colgada de mi cuello besándome y tratando de quitarme la camisa, felizmente el hotel esta a solo dos cuadras porque no creo que haya podido detenerla tanto tiempo y como iban de rápido las cosas terminaríamos teniendo sexo en el auto, saco la tarjeta de la suite que tengo en mi billetera y abro la puerta, entramos a la suite y al cerrar la puerta ella se lanza sobre mi. La tomo por la cintura y la levanto, ella enreda sus pies en mi cintura y besándonos camino hacia la cama.
Sin prender la luz la bajo suavemente y dejo que termine de quitarme la camisa, ella lleva un vestido que sin ningún problema logro quitarle, sus pies están descalzos, no tengo idea en que momento se quito los zapatos, trae un conjunto de ropa interior muy hermoso de color blanco, me coloco sobre ella y tomo con mis manos sus senos, me parece increíble que calcen perfecto a ellas, el broche para quitar su sostén esta por adelante, lo tomo y sin problema lo abro y se lo quito, me pongo de rodillas y le quito lo poco que le queda, ella abre el botón de mi pantalón y corre el cierre para abrirlo y meter su mano dentro.
La forma como me toco hizo que mi cuerpo se erice, estaba tan excitado que mi m*****o dolía, pedía a gritos estar dentro de ella, hacerla gemir. Termine sacando mi pantalón y lanzándolo lejos, me monte sobre ella y cuando abre sus piernas no aguante mas, me puse el preservativo y me introduje dentro de ella. Ella lanzo un pequeño gritito de placer, estaba bastante estrecha, al parecer no tenia mucha experiencia s****l, pero estaba gozando con cada estocada que le daba, primero suave y luego iban aumentando su ritmo hasta sentir que no podía aguantar mas, quería que los dos lleguemos al clímax, así que con mi mano derecha toque su clítoris y haciendo movimientos circulares, me apoye en mi brazo izquierdo y bese sus senos, chupándolos y dándoles suaves mordidas hasta que siento como sus jugos se unen a los míos y clítoris palpita y se contrae en mi mano, subo mi cabeza y besos los labios de ella quien no deja de moverse provocando que mi m*****o vuelva a ponerse duro.
Ya no tengo otro preservativo así que ayudado de mi mano logro que ella vuelva a correrse, sus jugos vaginales quedan impregnados en mis dedos. Cansado y sudado me tumbo a su lado cuando ella se queda dormida, me levanto de la cama y voy al baño a darme una ducha de agua fría, me quedo veinte minutos bajo el agua, cierro la llave y tomo la toalla que esta a un lado, la ato por mi cintura después de secar mi cuerpo y me dirijo hacia la habitación.
Vaya sorpresa me lleve cuando no encontré a nadie ahí, la chica que deje profundamente dormida en la cama no estaba por ningún lado, encendí la luz de la habitación tratando de encontrar algo que me diga quien era esta chica, pero nada, no había dejado nada que la comprometa solo el olor a sexo que quedaba en la cama.
Tome mi ropa y luego de vestirme salí hacia el estacionamiento donde había dejado mi auto, ahí estaba mi teléfono celular, lo había olvidado con tanta premura. Lo revise y tenia mas de treinta llamadas de Renzo, toque su contacto y lo llame
-- Piero donde te has metido, te he estado buscando--
-- Disculpa Renzo, pero nunca me creerás cuando te cuente lo que paso--
-- Entonces ven en este momento y cuéntame que ha pasado. Sigo en el bar y la botella esta intacta, no pude tomar un trago pensando que te habías fugado para no viajar mañana--
-- Espérame, estoy a dos cuadras-- le digo a Renzo y manejo hasta el bar.
Encuentro a Renzo en el mismo box donde lo deje y tenia una cara de pocos amigos, me disculpe con el en todos los idiomas que se hasta que logre que mi amigo suelte una carcajada
-- Ya hombre, deja de cojudeces y cuéntame, porque estas con el pelo mojado-- me reí al percatarme que si hubiera querido ocultar lo ocurrido con esa desconocida, el pelo de recién bañado me delataba en una. Le conté todo lo que se podía contar y recordare durante cuatro años la cara que puso cuando termine mi relato.
-- No puedo creer que hayas echo algo así Piero, en todos los años que nos conocemos nunca has dejado que una desconocida se acerque tanto a ti, es mas, nunca has dejado que nadie que no sea cercano se acerque tanto. Pero te felicito hermano, te llevas un buen recuerdo y una gran despedida-- me dijo y me parece acertado su comentario.
Bebimos unos vasos de whisky y salimos del bar, deje a Renzo en su casa y me fui a descansar a la mansión, mas tarde temprano me toca viajar al pais M.
Al día siguiente me levante temprano como de costumbre y me aliste para salir. Me encontré con Arturo, él es nuestro mayordomo, chofer y hombre de confianza de la familia, es como un abuelo putativo, mis hermanas mueren por él y yo también lo quiero mucho.
-- Viejito, estamos listos--
-- Piero todo tu equipaje esta listo en el auto, tu papá nos espera en el aeropuerto--
-- Ya estoy listo Arturo, donde están mis hermanos. Quiero despedirme de ellos--
-- Grazzia y Josephina te están esperando en el salón, Marcelito esta en el colegio, sabes que no soporta que te vayas. Tu padre lo mando temprano con Peter-- lo escuche atento, le sonreí y baje las escaleras.