Katherine Olson Llegamos a la estación de policía junto a Stella, y la tensión en el aire era casi invisible. La situación era mucho más grave de lo que habíamos pensado. Había videos incriminatorios contra Leandro, en los que se le veía forzando a Antonella… Solo pensar en ello me provocaba una mezcla de rabia y repulsión. No porque creyera que Leandro era culpable, sino porque me atormentaba la idea de que otra mujer, alguna vez, había probado lo que yo consideraba únicamente mío. —Katherine, lo siento mucho. Con estos videos es difícil demostrar que Leandro no la obligó —dijo Stella—. La única evidencia es esta grabación desde el teléfono de Antonella, y no hay nada que sugiera lo contrario. —¿Cómo pudo grabar algo así? ¡Qué retorcida! —escupí, sintiendo cómo la furia hervía en mi