Katherine Olson Pero ¿Qué demonios hice? Cada imagen de la noche anterior invadía mi mente como un recuerdo vívido. Me mordí el labio al recordar todo lo que había sucedido con Leandro. Sin embargo, en ese instante deseaba que la tierra se abriera y me tragara. ¿Cómo había podido entregarme a él de esa manera? Tenía que escapar de su casa, de su vida, de todo lo que me ataba a él. Olvidarme de la venganza contra Valentino, pero sobre todo, arrancar de mi corazón esos sentimientos confusos que Leandro Mackenzie había despertado en mí. Me levanté rápidamente de la cama y miré a mi alrededor en busca de mi ropa, pero fue inútil. Envolví mi cuerpo con la sábana y, con sigilo, me dirigí hacia la puerta, tratando de no hacer ruido. Justo cuando estaba a punto de abrirla, esta se movió hacia