Tengo que hablar con Jacke, esto no me puede pasar, respiro profundo. —Este… ¿Puedo ir por mis cosas? — Le pregunto al gigante que me sacó del despacho de esa mujer. —Señorita no sé si al señor Williams le va a gustar que valla sola, se podría escapar. Abro la boca y la vuelvo a cerrar ¿pero que les pasa a todo el mundo que quieren decidir por mi?. —Pues no me importa lo que diga el señor Williams no me importa. —Pues debería importarte Zoé, porque ahora tú eres mía y yo soy tu dueño. —Quiero ir por mis cosas. —Será después porque ahora no, hay demasiadas personas. —¿Y que? ¿no quiere que las personas se den cuenta de la clase de persona que es usted? —Pues odiarme, tratarme mal, pero algún día me lo agradecerás y te darás cuenta que lo que hice lo hice por ayudar a alguien