ERES Y SERÁS TÚ

CAPÍTULO 1

Me levanto a las siete de la mañana para ir a trabajar soy la administradora de una farmacia, a mis 22 años ya me gradué en administración de empresas y me falta un año para ser abogada graduada, siempre quise estudiar y ser alguien muy importante, aunque no soy pobre tampoco soy millonaria.

Estoy prácticamente sola, si de familia se trata, mi padre murió hace diez años y mis abuelos por parte de mi mamá hace 2 años y fue tan duro, porque después de mi padre ellos me daban tanto amor y cariño que aún me duele su partida, siempre me he preguntado por mis otros abuelos nunca los conocí y la verdad me hubiera encantado.

Que les puedo decir de mi madre, es una mujer ambiciosa, egoísta ella nunca me ha querido, y día tras día se encarga de recordármelo, dice que soy un gran error que si me tuvo fue para sacarle dinero a mi papá o mas bien a los abuelos que nunca conocí, pero ellos al ver la clase de persona que era decidieron quitarle la herencia y alejarse, y por supuesto mi papito nos sacó adelante, me hace tanta falta..

Tengo a mi amiga Maya y Julia ellas son como mis hermanas y siempre están conmigo, trabajan y estudiamos lo mismo eso nos ha hecho más unidas..

Y mi novio tengo con él un año, él también siempre está conmigo es tierno y dulce, además es muy romántico lo quiero tanto, él podría ser el sueño de toda mujer tiene 26 años es un moreno bello y corpulento de ojos cafes, físicamente es divino y como se llama pues se llama Jacke y espero llegar algún día casarme con él.

Después de bañarme y vestirme con unos jeans blancos y blusa fucsia, tacones del mismo color de la blusa, una jacket blanca y un bolso también fucsia, me maquille me peine y baje para irme, aquí nunca desayuno porque con mi madre nunca me deja hacerlo en paz cuando estoy por abrir la puerta e irme aparece ella..

—¿Ya te vas Zoé? ¿y sin despedirte?

La miro incrédula, nunca le ha gustado que la abraze y mucho menos le de besos

—Mamá a ti no te gusta que me despida, lo odias. —le digo porque es la verdad..

—Ya te he dicho mil veces que no me llames mamá ¿cuántas veces tengo que repetirlo?

—Lo siento Greta. — dije con ironía en mi voz. 

—Así me gusta, sabes que para mí sólo eres una bastarda,  una de la que siempre me he arrepentido de haber traído a este mundo.

Una lágrima cae por mi mejilla, aunque trate de acostumbrarme no puedo, ella es mi mamá y yo la quiero, la limpio rápidamente respiro profundo y me dirijo hacia ella..

—¿Qué quieres Greta?

—Quiero que sepas que el fin de semana haré algo especial y tú tienes que estar y verte como una reina, ¿entendistes?

—Yo no creo que sea lo mejor..

—Tú no estás aquí para decidir qué es lo mejor o no, tú harás lo que yo diga, porque ese día al fin tú me servirás para algo

Al decirme eso me dio miedo sus palabras, el tono que uso y la mirada que me hizo, significa que algo no está nada bien..

—¿A qué te refieres?

—Ya lo verás, ya estas advertida Zoé, si no quieres que te pegue como la última vez, hazme caso y sirve para algo, ahora puedes irte..

Da media vuelta y se va yo estoy en shock, ¿porque no me quiere? ¿Que planea?

Y aunque no quiera tendré que asistir y hacer lo que me diga, ya que la última vez casi me mata descargó toda su ira y odio sobre mi..

Y con esas preguntas, miedo e incertidumbre, me voy hacia mi trabajo.