CAPÍTULO ONCE Royce remó tan fuerte como pudo para alejarse de la isla de Lethe, y se sintió como si cada golpe de los remos a través del agua le quitara un poco más de su hechizo. Tal vez esa era la concentración necesaria para evitar que volcaran cuando a su alrededor, el agua subía y se movía en picos y abismos como pequeñas colinas, amenazando con hacerlos caer en cada una de ellas y en lo que fuera que estuviera esperando debajo. Gwylim se sentó en la proa del bote, mirando hacia el agua. Neave y Matilde se sentaron en el centro, donde había algunos suministros, como si el anterior propietario del barco hubiera esperado una exploración de varias semanas. Mark y Bolis seguían inconscientes en la popa, aunque incluso mientras lo pensaba, Royce oyó a Mark gemir y vio a su amigo empezar