─Es que eres muy guapo ─acoto, guiñándole un ojo ─. Y me da ternura que quieras salvarnos, eso quiere decir que quieres un futuro para nosotros… te entiendo, cariño ─agrego, llamando su atención, su cejo se frunce con desconcierto. ─Genial, estás loca ─declara, mintiéndose antes de que un auto lo haga, recibiendo cláxones de su parte. De repente, comienza a sonar el altoparlante del auto, en una llamada que él contesta rápidamente. ─¿Les están persiguiendo? ─Inquiere la voz del Boss. ─Hola, jefecito ¿No te unes a la diversión? ─Saludo, sonriendo. ─Agatha… gracias por traernos a la mafia de los vorys a nuestro recinto, es un halago la verdad ─comenta con sarcasmo y un tinte de molestia severo. ─No hay de qué, cuando quieran, puedo invitarlos para navidad y… ─¡Diosa! ─Interrumpe