Daniel. Parece que nunca vamos a llegar al hospital, Leo va en silencio a mi lado, realmente no sé si habrá dicho algo ya que mi mente la tengo en Melissa y su salud, ¿quién carajo se atrevió a ponerle la mano encima? ¿Quién carajo cabó su propia tumba con las manos?. Cuando llegamos me bajo como loco y entro siguiendo a Mario que es el que me guía. —Acá está. —apunta la puerta y yo asiento. —Quiero hablar con el medico. —Ya lo llamo. —abro la puerta lentamente, entro y la veo que esta en la camilla mirando hacia la ventana. —¿Meli?. —me acerco y la veo bien, toda golpeada en todas partes— Por Dios Meli. —sus brazos tienen moretones y rasguños, su cara está peor, tiene un corte en el labio y ceja, también tiene rasguños de arriba abajo en los brazos y cuello—. ¡Por Dios Melissa