Cedric Lennox –¡Cedric! ¡Cedric! –chillaba mi entrenador, Mr. Roberts. Espabilé un segundo y detuve el paso en seco de mi caminata por los pasillos de la escuela. –¿Sí, entrenador? –cuestioné saliendo de mi ensoñación. –Te dije que vengas un segundo a mi oficina. –me llamó. Creo que llevaba rato gritándome, últimamente me siento un poco perdido, entonces… asentí y lo seguí hasta su cubículo. –Me entregaron esto hoy… veo que cumpliste con tu parte del trato. Una nota perfecta. ¿Es real? ¿a quién le pagaste para ello? –me interrogó con el gesto fruncido. Me eché a reír. Esa calificación, eran los frutos de Cherry Olsen como tutora. –Me ofende, por supuesto que es real. –asentí con la cabeza. –No entiendo nada. –exclamó mi entrenador intentando descifrar las ecuaciones de álgebra