Alessandro se quedó perplejo ante lo que Enora acababa de decir, ya que la única que estaba enferma en el palacio era Lissana, sin darse cuenta él dirigió su mirada al palacio. Enora sonrió complacida al ver que había logrado su objetivo. _ Dices que ella no se encuentra en el palacio, pero pareces preocupado por lo que he dicho. Alessandro se dio cuenta de que había caído en su trampa, él recobró la compostura y le dijo. _ Ella no está aquí, así que ahórrate tus mentiras. _ No es ninguna mentira, puedo sentir como su poder está hecho un caos por haber sido sellado tras haber despertado, te diré los síntomas que debe estar presentando en estos momentos para que veas que no miento, su cuerpo debe estar ardiendo y las palmas de sus manos deben estar muy rojas, ya que su magia está lucha