Abril sujetaba sus dagas con fuerza, esperando el momento en el que aquella criatura la atacara. Pero la criatura no se movió, solo la veía con una sonrisa demoníaca que hacía que se le helara la sangre. es más a Abril le pareció que estaba disfrutando el ver la tan tensa, preparada para luchar. _ ¿Por que no ataca?, ¿A que está esperando a que espera? Se preguntó Abril sin apartar su mirada. Ella sabía lo fuerte que era y por cómo la miraba, sabía que iba a por ella, pero seguía sin entender por qué no atacaba. En aquel caos, ellos parecían ser los únicos que estaban en calma. Un monstruo logró llegar hasta donde se encontraba Abril, ella lo redujo a cenizas con sus llamas, solo había dejado mirar a la criatura un momento, pero eso fue todo lo que necesito para perderlo. Ella empezó