Abril sentía que el corazón le latía a mil, ella empezó a atacar a aquella criatura con su fuego, pero esto no le hacía nada. La criatura atacó, Abril solo tuvo tiempo de inclinar un poco la cabeza para esquivar sus garras. Las garras rozaron su cuello y un hilillo de sangre calentó su cuello.Su cuello, si hubiera profundizado un poco más hubiera cortado su yugular y hubiera terminado muriendo desangrada. La criatura volvió a lanzar otro ataque, sus garras hicieron un gran arco, tan cerca de su cabeza que Abril tuvo que lanzarse hacia atrás, cayendo de culo contra el suelo. Una voz áspera salió de la boca de aquella criatura, poniéndole la piel de gallina. _ Hoy moriras portadora de la luz, haré que supliques por tu vida y pagues por toda la sangre que has derramado. Aquella criatur